Cap. 8: No dejaré que seas de nadie más

5.5K 358 13
                                    

—Luca, me tienes diciendo esto desde hace más de un año y sabes que no lo creo. Yo creo que murió y ustedes –digo volteando a ver a todos. —Están jugando conmigo y saben que, es suficiente. Véanle a alguien más la cara de imbécil –digo agarrando mi chaqueta y moviéndome de aquel departamento que tanto me quiebra, no sé porque no lo he vendido.

Salgo de la calle donde me encontraba, paso por una cafetería y me compro un café negro. Camino por la calle oscura. Da la noche y me celular vibra. “¿Dónde estás?” dice el mensaje y viene del número de Matías. “En algún lugar no muy lejos de la OSA, llego en una hora” contesto el mensaje, pero para ser sincera por mí no vuelvo. Sé que me espera otro interrogatorio por parte de mi padre y no me gustara.

Como es posible que este en esto  solo porque Luca me haya convencido. Cada vez estoy peor.

No puedo creer que tenga que volver, me enfocare a ser la mejor en lo que tenga adelante, no me detendré por la suposición de Luca, Alex está muerto, lo enterramos, y ahí se debe de quedar. Tres metros bajo tierra.

Doy la vuelta para regresar a mi coche que lo deje calles atrás, pero me meto un susto cuando veo enfrente de mí y un señor canoso me interrumpe el paso.

—No sabía que te espantaría –dice Franco mientras se mueve del lugar donde estaba.

—Sí, bueno. Pues si me espantaste –contesto mientras sigo caminando.

—Me enteré que andabas por esta calle.

— ¿Podrías dejar de seguirme? Me da miedo.

—Yo no fui quien se metió en los ojos de un asesino… -dice mientras lo veo con cara seria sin ninguna expresión en mi rostro.

—Franco me encanta estar contigo pero salimos solo dos días y ya hasta me persigues.

—Layra voltea a verme por favor –pide mientras volteo, jamás lo había escuchado hablar con un tono tan normal como hoy, o me está engañando demasiado bien o en serio me quiere en su vida porque me tiene un cierto cariño. Volteo la mirada y él tiene una mano extendida con un anillo en ella.

Abro la boca de sorpresa y lo agarro.

— ¿Te vas a casar? –pregunta. Maldición, pensé que jamás llegaría el momento.

—Te dije que me iba a unir a alguien.

—Cuando dices eso nada más pensé en la OSA o que te obligan a casarte pero si te dio anillo es porque es serio. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Porque no sé si casarme.

— ¿quieres que te libre de esa boda atroz? –pregunta mientras me quita mi anillo y lo ve.

— ¿Como? –pregunto. La verdad si me da un poco de curiosidad saber cómo lo haría, digamos que no estoy muy segura de casarme con Matías.

—Así… -dice extendiendo mi anillo a mi dedo, lo pone. — ¿Cásate conmigo?

— ¿Estás loco? ¿Es enserio? Franco, te estoy diciendo que me estas siguiendo y me da miedo ahora imagínate si esto solo ha pasado en dos días, imagínate si me caso contigo. Que chiste tiene que este entrenando si me vas a esclavizar –empiezo a subir un poco el tono de voz y me quito el anillo depositándolo en mi bolsa trasera.

—Layra, si no es conmigo, no dejaré que seas de nadie más –dice volteando a los lados a ver. Supongo que cada vez siente que me pierde.

—La verdad ya fui de alguien alguna vez –digo o lo dice mi subconsciente, maldito.

— ¿A si? –pregunta frunciendo el ceño pero luego, luego agita su cabeza y empieza a jurarme cielo, mar y tierra. —Pero jamás podrá darte lo que yo te ofrezco. Te puedo llenar de riquezas, de protección…

Lecciones Aprendidas © (CP #2)© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora