"Tienes razón, Tengo a mi Hombre pero Te quiero a ti.
Estarás pensando en esto todos los días."
"Conozco a tu hombre, No te está controlando, Aún dudas. Lo pondré dentro de ti y Entonces me pertenecerás."
"You Right" by Doja Cat.
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______ se encontraba en el sillón con la cabeza de Silco sobre sus piernas. Había estado toda la noche con el. Desintoxicandolo de todo el alcohol que ingirió, había vomitado un par de veces he incluso lo metió a bañar para que se sintiera un poco mejor. Hasta que cayó rendido y la Piltilla no se separó de él en ningún momento.
No comprendía nada de lo que había pasado ayer pero la luz tenue hacia que notabara cada detalle del rostro de Silco, ¿ cómo es que un hombre que había pasado por tanto podía dormir tan tranquilo? Nunca lo va a comprender. Solo sentía que ella estaba ahí para el.
Sevikka observaba la escena detrás de la puerta, en verdad si estaban enamorados uno del otro, Silco había cometido tantas estupideces pero era un ser humano y había olvidado tanto que lo era hasta que la Piltilla apareció para recordárselo.
La mano de la Piltilla acariciaba el rostro del líder ya que la encontraba un poco fría y con el cabello despeinado, le gustaba verlo así. Los ojos de Silco se abrieron poco a poco, con un dolor de cabeza enorme. Se tocó la cabeza inmediatamente.
—No te levantes, toma esto.— le dio la pastilla y agua que estaba en la mesa, ella pensaba en todo.
Rápido se sentó en el sillón, quitando su cabeza que postraba sobre las piernas de la Piltilla. Se pasó la pastilla y un trago de agua. Intentando recordar todo lo de ayer, se sentía estúpido. Descansó en el respaldo del sillón pasándose las manos por la cara. La Piltilla había cumplido, estar ahí para el, estaba lo suficientemente enojada todavía como para irse, solo quería saber si estaba bien.
_____ se paró con el pequeño vestido para dormir, no había dormido en absoluto toda la noche para cuidar del líder. Todavía eran las 4am y moría por tocar la cama.
El líder la tomó de la muñeca.
—No te vayas.—la detuvo.
La sentó en su regazo y la abrazó por la cintura sin esperar que ella lo hiciera.
—Me comporté como un estúpido, perdón.— suplicó Silco.
—Me iré a dormir a la habitación, en la mañana hablamos de esto.—_______ solo le dio unas palmaditas en la espalda a Silco y nuevamente se levantó.
La Piltilla salió de la oficina y caminó hacia la habitación de Silco. Sabía que rara vez dormía él en su propia habitación así que aprovechó para tomar una siesta. Entró y se acostó sobre las suaves sábanas, tapando su cuerpo por completo del cansancio que tenía. Comenzó a sentir unas manos frías recorrer su cintura y otro cuerpo pegándose al suyo. Se asustó y volteó rápido.
