the fate of omega (En Emisión)

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JungKook estaba sentado en el sofá de la sala, con un libro abierto frente a él, pero su mente vagaba lejos. Aún podía escuchar la voz de su madre en su mente, relatando la historia que le había contado tantas veces desde que era niño.

—Kookie, debes recordar esto —le decía ella mientras acariciaba su cabello cuando era más pequeño—. Nuestra familia ha pasado por mucho. Quiero que entiendas por qué soy como soy y por qué espero tanto de ti.

La historia siempre comenzaba igual: su abuela, una alfa fuerte y decidida, había conocido y amado a su abuelo omega, un hombre encantador pero ambicioso. Juntos construyeron una familia, pero todo cambió cuando su abuelo decidió abandonarlos.

—Tu abuelo tenía otra familia, Jungkook —le confesó su madre con una tristeza evidente en su voz—. Otra pareja, otros hijos. Nos dejó a mí, a mi hermano y a tu abuela para perseguir su ambición.

JungKook, de niño, nunca entendió del todo lo que eso significaba, pero con el tiempo, las palabras de su madre y el dolor en sus ojos cada vez que hablaba de ello, le enseñaron algo: los omegas no eran de fiar.

—Quiero que seas diferente, hijo —continuaba ella—. No seas como él. Si alguna vez encuentras a alguien especial, alguien que realmente signifique algo para ti, no cometas sus errores.

Esas palabras se clavaron en su corazón, pero en lugar de darle una lección de amor y responsabilidad, sembraron un desprecio que no podía explicar del todo. Para Jungkook, los omegas representaban todo lo que estaba mal: debilidad, traición y manipulación.

Con los años, ese desprecio creció. Cada vez que un omega trataba de acercarse, con sus aromas dulces y miradas seductoras, sentía asco. No quería ser arrastrado al caos que había destruido a su familia.

Ahora, como adulto, era un alfa exitoso y respetado, pero esas cicatrices emocionales seguían presentes, moldeando su carácter y su forma de relacionarse con los demás. Él se prometió a sí mismo que jamás permitiría que un omega lo controlara, y mucho menos que pusiera en peligro a su familia.

Jungkook cerró el libro y suspiró. No importaba cuánto lo intentara, esos recuerdos siempre estaban ahí, recordándole quién debía ser y, sobre todo, quién no.

✨hope and gleam✨