CULPABLES ¿SI O NO?

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                       CAPITULO XI

En una noche oscura y tormentosa, la elegante mansión de la familia Roberts se iluminaba con luces parpadeantes y risas nerviosas. 

La fiesta estaba en pleno apogeo, con invitados, mucho licor  y música envolvente que resonaba en cada rincón.

Mientras, yo permanezco a su lado, mostrando una sonrisa cautivadora, parecía disfrutar de la atmósfera festiva, aunque había algo en mi mirada que delataba una inquietud latente.

De repente, un grito desgarrador cortó la música.

 Los invitados se congelaron, y un murmullo de confusión se apoderó de la sala. 

Hades y yo nos miramos, mi corazón estaba latiendo con fuerza.

Al acercarnos al origen del grito, encontramos a un hombre tendido en el suelo, su rostro pálido y los ojos abiertos en una expresión de horror. La escena era caótica; la gente se agolpaba, algunos lloraban, otros murmuraban en voz baja, y el aire se llenaba de un miedo palpable.

― No puedo creer que esto esté pasando... ― Comenta Hades con voz temblorosa.

― No lo sé... Todo sucedió tan rápido. Nunca debí haber venido a esta fiesta. ― Responde Megan mirando al suelo.

― ¡Pero lo hicimos! Y ahora... ahora está muerto. ¿Y si fuimos nosotros los que lo empujamos a eso?

― No, Hades. No podemos pensar así.

― ¡Alguien está muerto! Y nosotros estuvimos allí, riendo, como si nada pasara.

― Lo sé... Pero no podíamos preverlo. Nadie podía. Aparte es algo que pasa muy seguido en este pueblo. Es muy perturbador.

― Y ahora todos nos miran como si supieran que tenemos algo que ver con esto.

A medida que la policía llegaba y comenzaba a investigar, Hades y yo nos sentíamos atrapados en una red de sospechas.

Las miradas de los demás se posaban sobre nosotros, como si pudieran leer nuestros pensamientos más oscuros.

La tensión aumentaba, y cada palabra que intercambiaban se cargaba de desconfianza.

― ¿Y si realmente lo saben? ¿Y si nos acusan? No puedo ir a la cárcel, Hades... no puedo soportarlo.

― Entonces, ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos aquí y esperamos a que alguien descubra la verdad?

― ¿De que verdad hablas? Si acusan a alguien será a mí, desde que llegue la policía no me deja en paz.

Mientras la noche avanzaba, los dos nos encontrábamos en un rincón oscuro de la mansión, lejos de las miradas inquisitivas.

―No puedo creer que esto esté sucediendo ― murmuró Megan con su voz temblorosa.

Hades asintió, sintiendo cómo la paranoia comenzaba a apoderarse de él.

― ¿Y si nos culpan por esto? No tengo idea de lo que pasó, pero todos parecen pensar que sabemos más de lo que decimos".

La atmósfera se tornó opresiva, y la sensación de que algo siniestro los rodeaba se intensificó.

HADES (peligrosa obsesión) [TRILOGÍA INFIERNO] (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora