HADES (peligrosa obsesión) [TRILOGÍA INFIERNO] (Libro #1)

SUSURROS DE OSCURIDAD

CAPITULO XIII

Blackriver doce horas antes.

El aire fresco de la tarde me envolvió al salir del gimnasio, un alivio después de la intensidad de mi entrenamiento.

Mis músculos aún ardían, me detengo un momento para disfrutar del silencio que me rodeaba.

La ciudad comenzaba a iluminarse con los primeros destellos de las luces nocturnas, y una mezcla de emoción y nerviosismo se apoderó de mí al pensar en la fiesta.

Mientras caminaba hacia mi casa, mis pensamientos giraban en torno a él. Hades. Su sonrisa era como un imán, atrayéndome incluso cuando sabía que había algo inquietante en su mirada.

Había algo oscuro en su forma de ser, un misterio que me fascinaba y aterrorizaba a partes iguales. Pero esa noche, todo lo que quería era perderme en su presencia.

Al llegar a casa, el eco de mis pasos resonó en el pasillo vacío. Me quité la ropa deportiva y me miré en el espejo del baño. Mi reflejo me devolvió una imagen familiar: cabello desordenado, piel sonrojada por el ejercicio.

Pero esta noche no quería ser solo yo; quería ser alguien más, alguien digno de su atención.

― Por fin llegas ― Comenta Briana

― Fui a hacer un poco de ejercicios y no me fije en la hora ¿Qué ocurre?

― Desde que saliste, hay una furgoneta dando vueltas por el vecindario...

― ¿Qué hay con eso? Deben estar perdidos.

― Le han tomado varias fotos a nuestra casa, la camioneta no tiene placa, me les acerque y solo aceleraron.

― Lo mejor que podemos hacer es llamar a la policía ― Respondo algo confundida

― Con lo bien que te llevas con el Sheriff, ¡Vamos! Reacciona Megan, estamos solas aquí y todo por querer revivir el pasado, así nos cueste la libertad o la vida.

Cierro los ojos inhalo y exhalo, Briana tiene razón nos hemos expuesto al peligro por querer acomodar un pasado que solo nos trajo problemas y muerte.

No he tomado en cuenta la gravedad del asunto, esta noche nos han invitado a una fiesta en la mansión de los Roberts.

― Bruno estuvo aquí hace poco y también me comento de la fiesta.

― Si no quieres ir esta bien, me quedo aquí contigo. ― Responde Megan

― No tengo problemas en ir, los chicos son los únicos que nos han tratado como seres humanos desde que llegamos y bueno seria de mala educación hacerles un desplante.

― Hades quedo en enviar a alguien por nosotras, llegara a las diez de la noche.

― ¡OK! Son las tres de la tarde, tenemos exactamente siete horas que debemos distribuir en ir de compras y alistarnos. Y no será suficiente.

Briana sale disparada hacia la habitación, mientras yo corro a la mía, tomo una ducha en modo flash, me coloco unos jeans, y top negro, el suéter de capucha recojo mi cabello y me coloco las converses.

Salimos de casa subimos al auto y conduzco al centro del pueblo, no hay muchas tiendas para escoger, pero toca resolver con lo que tengamos al alcance.

Llegamos al pueblo y observamos las pocas tiendas de ropa elegante que hay, Briana y su gran talento para dialogar con desconocidos comienza a preguntar.

Mientras yo solo la observo, la verdad suelo ser muy tímida y mi batería social se agota muy rápido.

― ¡Listo! La chica guapa de la cafetería me recomendó una tienda llamada Ankara, esta a unas dos cuadras, dice que tienen las mejores tendencias, pero no es nada barata.

La familia de Briana y la mía, tienen buen estatus económico, así que el dinero jamás ha sido problema.

Entramos a la tienda y es muy elegante y sus vendedoras llevan uniformes que van con un estilo muy sofisticado.

― Es realmente hermoso ― Comenta Briana con el vestido dorado en sus manos ― Iré a los probadores.

Mientras ella se prueba el vestido yo aun no veo nada que se ajuste a mi estilo.

Luego de revisar lo veo en uno de los mostradores de exclusividad, un hermoso vestido con corte delicado de tiras muy finas con un corte muy sexy que deja al descubierto la espalda, es color plateado con ciertos brillos, con un corte más arriba de mis rodillas.

Lo tomo y voy a los probadores, la encargada de la tienda se acerca y comenta que es un vestido de diseño exclusivo y la chica nunca fue por él.

― Es muy hermoso, sexy y elegante a la vez, tiene un costo de 3000 dólares incluye el calzado de un diseñador muy famoso y que van a juego con el vestido.

― Me lo voy a medir, mis caderas son un poco anchas.

― Tiene una hermosa figura, acompáñeme para entregarle las zapatillas.

Entro al probador y comienzo a quitarme la ropa para colocarme el vestido, realmente resalta mi figura y queda perfectamente.

― ¡Oye! Sal que quiero ver como luces ― Grita Briana desde el pasillo de los probadores.

― Espera un momento, me estoy colocando las zapatillas.

Salgo y afuera esta Briana junto a la encargada de la tienda y la vendedora. La expresión en su rostro me da a entender que luzco bien.

― ¡Eres una perra! ― Comenta Briana ― Ese vestido fue elaborado por los dioses especialmente para ti, pero espera un momento. Aquí sobra algo.

Briana se acerca y desabotona mi brasier.

― ¡Oye! ¿Qué haces? ― Pregunto algo apenada.

― Eso se usa para no llevar nada debajo.

― Es correcto ― Comenta la encargada.

Mis pezones se pueden ver a través de la transparencia del vestido.

Nos cambiamos nuevamente y cancelamos la compra. Es hora de ir a la peluquería sin una cita esto será épico.

El salón de belleza se encuentra un poco lleno no creo que nos atiendan. Siento una mirada sobre mí, Hades está ahí, los nervios vuelven a mí.

― Jamás pensé en encontrarte aquí...

― El salón de belleza pertenece a mi madre ― Responde Hades.

― Briana y yo nos vamos a retirar, no nos dará tiempo.

― No necesitas de un salón de belleza, eres muy hermosa. A demás si necesitan el salón solo para ustedes, me lo debes pedir y mando a todos a salir.

― ¿Lo harías por nosotras? ― Pregunta Briana

― Haría cualquier cosa por hacerlas sentir bien ― Responde Hades

― ¡No! ― Comento en voz alta ― En casa podemos resolver aquí nadie sacara a nadie de su turno en la peluquería... Muchas gracias por el gesto, pero no necesitamos que nos odien más.

Tomo a Briana por la mano y salimos del salón, Hades se para frente a mi y me da un beso en la mejilla.

― Nos vemos en la noche... Señoritas, pasaran por ustedes a las diez.