XI - Kodachi: La loca capitana

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—¿Y a ustedes qué les pasó?

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—¿Y a ustedes qué les pasó?

Pregunto en lo que limpio mi escritorio, escucho a unas compañeras de mi salón que vinieron de visita, lo curioso fue que Saotome en su versión femenina llegó con ellas y se veían golpeadas.

—Minako.

—Es que perdimos las tres juntas.

Respondieron con desgano. Dejo de limpiar y me siento en mi cama frente a ellas que estaban sentadas en el suelo, a su frente había una bandeja con tazas de té que les serví. Saotome seguía como mujer, sentado a mi lado con las piernas estiradas en la cama y haciendo estiramientos.

—¿Perdieron?— cruzo una pierna sobre la otra.

—Sí, nos atacaron por sorpresa.

—Y ahora tendremos que renunciar al torneo.

Mis compañeras me cuentan su tragedia y yo intento recordar a cuál torneo se refieren.

—Se refieren al torneo de gimnasia rítmica, ¿cierto?— pregunto al recordar tal anuncio del torneo por la preparatoria.

—Sí, y es por eso que vinimos a buscarte porque eres la única que puedes con ella.

Alzo mi mirada al techo de mi habitación.

—¿No se lo propusieron primero a Akane?— la verdad yo no quería participar.

—Le preguntamos, pero no quiso, por eso eres nuestra esperanza, Minako— las miradas de mis compañeras eran suplicantes.

—Lo siento, yo no sé gimnasia rítmica— rechazo sus peticiones.

—¡Por favor, eres nuestra única esperanza!

—¡Es de gimnasia rítmica de combate!

Alzo una ceja con curiosidad y Saotome se sienta bien en la cama cuando mencionan en lo que consiste.

—¿Y eso qué es?— pregunta él.

—Pelear usando técnicas de la gimnasia rítmica mezcladas con técnicas de combate— le respondo. Miro fijamente a mis compañeras, bajo la mirada y suspiro rendida. —Bien, no les prometo ganar.

—¡Gracias!— sus ojos se iluminaron y me dieron la mano con agradecimiento.

—¡De verdad te lo agradecemos, Minako!

Ni yo sabía cómo lo haría, pero intentaría durar en ese torne si podía.

Se hizo de noche y conseguí los instrumentos para la gimnasia rítmica. Miro el largo de la cinta que se usa en ese deporte y pienso en lo apresurada que fui al aceptar sus peticiones, nunca he practicado esa gimnasia y tal vez con suerte podría hacer algo en el combate.

—Oye, creo que te apresuraste— mientras gira uno de los mazas de gimnasia con su mano el Saotome, en su forma original, incluso él sabía que esto era apresurado. —Ni siquiera sabes usar las cosas.

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⏰ Última actualización: 13 hours ago ⏰

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