10 (Minho)

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Había pasado todo el día investigando lugares para salir a nuestra cita, estaba emocionado, tanto que incluso le pregunté a hyunjin, jamás había sentido algo así, mucho menos por un humano, desde que era pequeño me sentí genuinamente desapegado a todas las personas, mi situación tampoco ayudaba mucho.

Nunca tuve una madre o una manada, desde pequeño fuí cazado y llevado de casa en casa, de dueño en dueño, pero todas las personas que pasaban por mi vida se sentían mal, aprendí rápidamente que haber nacido diferente tenía sus ventajas y desventajas, pero para mi mala suerte eran más desventajas que ventajas.

A pesar de ello no odiaba a nadie, no tenía sentido, lo mejor que podía hacer era seguir con mi vida, buscar alguna forma de sobrevivir y no dejar que me atraparan.

Jisung fue una luz desde el inicio, la primera vez que lo vi fue extraño porque a pesar de mis instintos no me dí cuenta de que alguien me estaba observando, sin embargo no se acercó precipitadamente y solo me dejó comida cerca.

Cuido de mí con mucho cuidado, sin obligarme a nada, simplemente ayudó a que mis heridas sanarán y me llevó comida todos los días sin falta, intenté ser rudo, intenté no regresar tontamente al mismo lugar pues sabía que podía ser cazado, sabía que así eran los humanos, se ganan tu confianza y después te venden como una cosa, pero no pude resistirme.

Su linda mirada al sonreír, su suave aroma dulce y la amabilidad de sus manos me atraparon para confiar en él como si nada, por primera vez en la vida sentía que tenía una casa. Para mí no se trataba de un techo o un lugar físico, mi casa por un tiempo fue su sonrisa en ese callejón en el que solía alimentarme y acariciarme mientras se quejaba de su trabajo.

Pensé que así sería siempre, pero no podía negar que quería más, quería saber todo de él, quería sostenerlo en mis brazos como él solía hacer conmigo, quería proteger su sonrisa y ser el causante de ella, por ello cuando lo miré justo en mi asiento sabía que no iba ser capaz de parar.

Agredecia tener esta forma, agradeció que mi versión humana le gustara tanto como para hacerlo sonrojar y llevar mi ropa encima, estaba acostumbrado a que su olor fuera cambiante, sobre todo cuando llegaba del hospital, pero si no era capaz de que tuviera su propio olor por lo menos quería que oliera a mí y eso era más que suficiente.

Lo miré a lo lejos, noté que su cabello estaba más arreglado y que lucía nervioso, estaba listo para darle la mejor cita del mundo y quizá volver a tener muchas más.-¿Cómo te fue hoy bebé?-le di un suave beso en los labios y acaricie su cabeza sin poder contener mi alegría.

-Bien..bueno no, no podía dejar de pensar en nuestra cita.

-Bien bebé, haré mi mejor esfuerzo para no defraudarte-volvía besarlo y tomé su mano para salir de la universidad.

-Debí haber traído el carro ¿Iremos muy lejos?

-No te preocupes es un lugar cercano, además mientras caminamos podemos tomarnos de la mano.

-Bien, pero puedo traer el carro de vez en cuando sabes, solo que odio manejar así que tendrás que hacerlo tú.

-No sé manejar bebé, solo sé manejar moto, pero jamás te subiría a una, es muy peligroso-Había robado una moto tiempo atrás, pero como nunca conseguí un lugar seguro para dejarla solo la abandoné.

-No te preocupes, yo te enseñaré y podrías ser mi chofer personal, incluso puedo regalarte un carro si quieres-Sabía que Jisung tenía dinero por lo que me contaba y la vez que me escabullí a su casa, pero no era alguien prepotente como las personas que conocía.

-Puedo ser tu chofer personal incluso sin carro-lo tomé de la cintura y lo alcé-que tal esté servicio niño rico.

Luchó un poco, pero solo fue por un momento, rápidamente se dejó hacer peso muerto y para no lastimarlo lo volví a bajar, estaba feliz, podía sentir su aroma lo que me relajaba, los nervios por nuestra cita se habían desvanecido, solo había paz porque mi casa estaba tomándome de la mano.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Mírame una vez más (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora