Las tres cosas favoritas de Wanning eran los gatos, las flores de haitang, el pastel de osmathus y, por supuesto, Mo Ran. Estás tres cosas sumado Mo Ran harían que un día malo sea un día feliz y brillante. Como era ese día. En esta ocasión había demostrado su cariño hacia Mo Ran fotografiándolo todo el camino hasta llegar a Chongqing, había ocupado un 70% de la memoria con la cara de Mo Ran, mientras que el resto eran paisajes, flores y animales que le parecieron lindos de capturar.
Para ese momento Mo Ran se encontraba acomodando todos los implementos para un maravilloso día de campo.
—¡Shizun! ¡Está listo, puedes venir!— llamó Mo Ran.
Wanning había estado revisando algo en su teléfono de manera minuciosa desde hace ya un rato atrás. Solo después de oír el llamado de Mo Ran salió de su mundo, apagó el teléfono y fue hasta donde se encontraba Mo Ran.
—Todo se ve muy bien— comentó sentándose a su lado y analizando con una sonrisa el mantel de cuadros blanco y rojo. Luego, notó un pequeño detalle que lo dejó entres sorprendido y emocionado.
—¿Es pastel de osmathus?— dijo volteando hacia Mo Ran- dijiste que ya no tenían más en la tienda de postres.
—Bueno... los hice yo— se señaló a si mismo con una sonrisa dudosa, más que nada por miedo a que Wanning no quisiera comerlos por ese mismo hecho.
—¿Tú?— se sorprendió aún más y fue directo a tomar una pequeña porción para en seguida ponerlo en su boca.
Mo Ran no esperaba que fuera a hacerlo de manera tan repentina por lo que miró a Wanning buscando una señal de que, mínimo, no escupiría el pastel.
Si bien Mo Ran sabía cocinar, no estaba familiarizado con esta receta y por esa razón desconfiaba de su sabor, a pesar de que si los probó antes de guardarlos junto al resto de comida.
Antes de ir a Nanshan, habían ido a la casa que habían reservado y dentro de ese lapso de tiempo decidieron aprovechar para descansar. Wanning se había quedado profundamente dormido ni a penas tocó el sofá en la pequeña sala de estar y Mo Ran aprovechó esta oportunidad para preparar el postre favorito de Wanning, dado que cuando le avisó a él que no había de este en la tienda de postres, pudo notar cómo su rostro se desanimó, aunque según Waning, no tenía ningún problemas con ese detalle.
Fue entonces que Mo Ran se preguntó a si mismo:
"¿Qué clase de hombre soy si no puedo preparar yo mismo el postre favorito de mi Shizun?"
Para cuando Wanning despertó, Mo Ran ya había dejado todo en su lugar y tampoco era detectable ningún olor fuera de lugar; solo se encontraba recostado alado de Wanning, rodeando su cintura en un abrazo. A los ojos de Wanning, Mo Ran se veía muy cansado por las horas que estuvo conduciendo, por lo que no se movió y permaneció junto a él, mientras acariciaba su cabello con delicadeza y cariño. No se movería hasta que sea la hora que habían acordado para ir a Nanshan.
[...]
Después de que Wanning saboreara unos segundos, miró a Mo Ran con una sonrisa.
—Está muy rico.
—¿De verdad?
—Sí, después de todo eres tú quien cocina normalmente, era muy poco probable que no te saliera bien el pastel de osmathus— comentó tomando otro pedazo en sus manos.
—Espera, Shizun— dijo Mo Ran retirando el pastel de las manos de su Shizun— primero se come lo salado o después te hará daño al estómago.
Wanning se quedó pensativo unos segundos tras escuchar las palabras de Mo Ran. Por alguna razón le sonaba familiar ese argumento.

ESTÁS LEYENDO
Mi historia, nuestra realidad
FanfictionChu Wanning es maestro de una prestigiosa universidad de China, en ese mismo lugar estudia Mo Ran, un joven a quien conoce desde que es un niño. Los sentimientos que Chu Wanning desarrolló por Mo Ran a lo largo de su vida son más que cariño y él sab...