El pequeño cuarto de Freddy estaba en penumbras, iluminado solo por la tenue luz que se filtraba desde las ventanas cubiertas por una fina capa de escarcha.
Afuera, el viento invernal susurraba, mientras adentro, Freddy y Meg yacían acostados, compartiendo un silencio cómodo.
Ambos miraban al techo, inmersos en sus pensamientos. Freddy acariciaba distraídamente el borde de la sábana, mientras Meg se acomodaba más cerca, su cabeza apoyada en el hombro de él.
-¿Sabes?-. Susurró Meg de repente, rompiendo la calma. -Estaba pensando en algo para Navidad-.
Freddy giró ligeramente la cabeza hacia ella, intrigado. -¿Qué cosa?-.
-¿Qué te parecería si pasáramos la Nochebuena con tus amigos y los míos?-. Propuso, con un destello de entusiasmo en la voz.
Freddy frunció el ceño, confundido al principio. -¿Te refieres a Bonnie, Chica, Foxy… y Springtrap?-.
Meg asintió. -Sí, creo que sería lindo. Foxy y Springtrap no suelen hacer nada especial en estas fechas. Tal vez podamos reunirlos a todos aquí-.
Freddy reflexionó sobre la idea. -No sé… No es que no quiera, pero… ¿Crees que ellos se sentirían cómodos?-.
Meg sonrió suavemente y se apoyó en su codo para mirarlo mejor. -Con algo de sidra, buena comida y un poco de paciencia, creo que podrían pasarlo bien. Además, creo que sería bueno para ti también-.
Freddy dejó escapar una leve risa, deslizando un brazo alrededor de los hombros de Meg. -Tienes una forma especial de juntar a la gente, ¿Lo sabías?-.
Meg arqueó una ceja, divertida. -¿Eso es un "sí"?-.
-Es un "puede ser"-. Respondió él, fingiendo hacerse el difícil.
Meg le dio un suave empujón en el pecho. -Cobarde-.
Freddy rió por lo bajo antes de apretarla contra él. -Está bien, está bien. Lo haremos a tu manera. Pero no prometo que Foxy y Chica no acaben lanzándose miradas raras toda la noche-.
-De eso me encargo yo-. Dijo Meg, confiada.
Freddy suspiró, permitiendo que su cabeza cayera contra la almohada. -Vale, pero me aseguraré de que mamá también esté aquí. Será un milagro si logramos reunir a tanta gente en este espacio-.
-Navidad es tiempo de milagros, Freddy-. Murmuró Meg, apoyando su cabeza en su pecho, disfrutando del calor que compartían.
Las luces navideñas brillaban con tonos cálidos sobre las abarrotadas calles del centro. Freddy se ajustó la bufanda mientras paseaba entre las tiendas, cargando varias bolsas llenas de regalos cuidadosamente seleccionados.
Había pasado horas buscando algo para cada uno de los invitados de esa noche especial.
Para Bonnie, eligió unos audífonos nuevos, perfectos para acompañarlo mientras estudiaba. Chica recibió una bufanda de colores vibrantes que reflejaba su personalidad.
Para Foxy, decidió regalarle un libro de la vida diaria de un pirata de Cuba, un guiño a su fascinación por las historias de piratas. Con Meg fue más directo: una pulsera de plata delicada, adornada con pequeños detalles que le recordaban cuánto significaba para él.
Springtrap fue el más complicado de todos, apenas lo conocía, pero tras pensarlo mucho, optó por un rompecabezas con una imagen oscura y compleja, algo que creyó que encajaría con su sentido del humor particular.
Por último, encontró algo especial para su madre: un álbum fotográfico hecho a mano.
Planeaba llenarlo con recuerdos felices, como un recordatorio de que su familia, aunque pequeña, aún estaba unida.

ESTÁS LEYENDO
El Ascenso a la Popularidad de Freddy Fazbear (Una historia de FNAFHS)
Fanfiction//Después de haber acabado la secundaria, con buenas notas, aunque con pocos amigos y con el corazón roto, Freddy Fazbear, un chico castaño de 16 años, comienza a tener conflictos emocionales, desde la muerte de su padre y otros problemas, Freddy co...