En el restaurante del centro, Froggie estaba sentada junto a sus padres en una mesa perfectamente arreglada, con velas que le daban al lugar un ambiente romántico. Su padre, un hombre de porte serio con bigote perfectamente recortado, miraba fijamente el menú, mientras su madre, una mujer elegante y algo mandona, examinaba a su hija con una mezcla de curiosidad y desconfianza.
-Así que...-. Dijo su padre, rompiendo el silencio. -¿Un novio? ¿De verdad? ¿Y cuándo planeabas decirnos que tienes novio? ¿En tu boda?-.
-Papá, ya te lo dije, es algo reciente-. Respondió Froggie con una sonrisa nerviosa, tratando de mantener la calma.
-"Reciente" es una excusa floja-. Interrumpió su madre, ajustando sus lentes con un gesto crítico. -Ni siquiera nos contaste de él cuando fue tu cumpleaños. Pensé que éramos una familia que compartía todo-.
Froggie suspiró, deseando que el tiempo avanzara más rápido. -Es que todo pasó muy rápido, además, él es alguien lindo y atento, ya verán que les agradará-.
Su padre soltó un bufido. -Espero que no sea uno de esos chicos que usan camisetas con frases ridículas-.
-Ay, deja de exagerar-. Dijo su madre, rodando los ojos. -Lo importante es que sea responsable, trabajador y, por supuesto, que tenga metas claras en la vida-.
-¿Y si no tiene metas?-. Preguntó su padre, mirando a su esposa. -¿Qué pasa si quiere ser, no sé, un... tiktoker?-.
-Por favor, Harold, ni siquiera sabes usar el televisor, ¿Cómo vas a juzgar a alguien por redes sociales?-.
-No es cuestión de redes sociales, Amanda. Es cuestión de valores. ¿Qué tal si este chico solo está con nuestra hija porque quiere algo de nosotros?-.
-¡Papá!-. Exclamó Froggie, alarmada. -Eso no es verdad. Freddy es un chico encantador, y no está conmigo por interés-.
-¿"Freddy"?-. Repitió su padre, probando el nombre como si estuviera saboreando un vino. -Suena como el tipo que te vende boletos en la feria-.
-Bueno, mientras no sea el tipo que maneja la rueda de la fortuna, creo que podemos tolerarlo-. Añadió su madre, con una sonrisa sarcástica.
Antes de que Froggie pudiera defender a Freddy, su celular comenzó a vibrar. Lo sacó rápidamente y contestó, aliviada de oír su voz.
-¡Freddy!-. Dijo, casi con entusiasmo.
-Ya estoy afuera-. Dijo Freddy al otro lado de la línea, sonando un poco inseguro. -¿Segura que esto es buena idea?-.
-Claro que sí, voy por ti, mis padres están deseando conocerte.
Froggie colgó, inhaló profundamente y miró a sus padres. -Está aquí. Pórtense bien, ¿Sí? Voy por él-.
Su madre sonrió, ajustando su servilleta en el regazo. -Tranquila, querida. Solo vamos a... evaluar-.
-Evaluar, claro-. Murmuró su padre, volviendo a su expresión de sospecha.
Froggie deseó que la tierra la tragara, pero no había vuelta atrás. Freddy estaba a punto de entrar, y todo dependía de que esta mentira funcionara lo mejor posible.
Ella se levantó de la mesa rápidamente al ver la figura de Freddy a través de la puerta de cristal. Su corazón latía con fuerza mientras salía para encontrarse con él en la entrada del restaurante. Freddy estaba ahí.
-Freddy, gracias por venir-.
Dijo Froggie, agarrándolo del brazo y llevándolo a un rincón apartado para hablar sin que sus padres escucharan.-No sé cómo me convenciste de esto-. Respondió Freddy, suspirando mientras pasaba una mano por su cabello. -¿Qué hago aquí, Froggie?-.
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El Ascenso a la Popularidad de Freddy Fazbear (Una historia de FNAFHS)
Fanfiction//Después de haber acabado la secundaria, con buenas notas, aunque con pocos amigos y con el corazón roto, Freddy Fazbear, un chico castaño de 16 años, comienza a tener conflictos emocionales, desde la muerte de su padre y otros problemas, Freddy co...