Llegó a la editorial aproximadamente diez minutos antes de su hora oficial de entrada, ingresando por la puerta principal y alcanzando a notar que su novio caminaba hacia el interior de la oficina de Furina. Dispuesto a aprovechar el tiempo de sobra, se dirigió al mismo lugar, sintiéndose aliviado al ver que su jefe aún no estaba ahí.
Avanzó sonriente y con seguridad hacia Neuvillette, se paró junto a él, poniendo entonces sus manos sobre las mejillas del mayor y atrayéndolo hacia su rostro para capturar sus labios en un beso sin decir o preguntar algo. Aunque el contrario se sorprendió un poco, no tardó en dejar su asombro atrás. Cerró los ojos y correspondió de manera dulce, alargando aquella unión.
—Antes que nada, buenos días, Wrio —habló el mayor entre risas cuando por fin rompieron el beso, aún disfrutando de las caricias que el otro le estaba dejando en las mejillas con ayuda de sus pulgares—. ¿Está todo bien?
—Sí, todo bien, sólo me gusta disfrutar la realidad de que estamos juntos y de que por ende te puedo besar —explicó, encogiéndose de hombros—. Discúlpame, ¿sí? A veces sigue pareciendo un sueño. Es muy impactante.
—¿Disculparte? Wrio, sólo bésame todas las veces que necesites para comprobar que esto es real, por favor.
Wriothesley soltó una risa corta y lo besó una vez más antes de finalmente retirar sus manos del rostro ajeno.
—Subiré a trabajar. Avísame si quieres almorzar conmigo.
—O podría decirte ahora mismo que sí quiero. ¡Me encantaría! —Respondió de inmediato—. Ayer hablamos tanto sobre lo que me pasó con mi exnovio y al final no pudiste contarme lo que tú querías de tu día, créeme cuando te digo que me siento avergonzado por eso, Wrio. En el almuerzo tendrás toda mi atención, te lo prometo.
Cuando llegó el momento de volverse a ver, optaron por no alejarse mucho de la editorial. Mientras almorzaban en una cafetería que ya habían visitado antes, el menor le contó a su novio acerca de cómo conoció a Roussimoff años atrás, de todo lo que ese hombre hizo por él en una época tan difícil, de cómo la injusticia los había maltratado a ambos y de su reciente reencuentro. Neuvillette lo miraba en silencio, escuchando cada palabra cada vez más impresionado. Al igual que Wriothesley, Roussimof logró seguir hacia delante con su vida después de salir de prisión, incluso consiguió abrir su propio gimnasio para enseñar boxeo, a donde lo había invitado a entrenar cuando él quisiera. No había mucho más por compartir al respecto. Probablemente lo hizo parecer algo mucho más grande por toda la emoción que transmitió en su llamada telefónica del día anterior, pero eso le pareció tierno a Neuvillette hasta cierto punto.
El mayor mostró interés en ir a verlo entrenar alguna vez y Wriothesley bromeó con que sólo debería avisarle con anticipación para saber cuándo lucirse.
—Tengo que hacer que valga la pena ir a verme.
—¿Te quitarás la camiseta?
—¡Neuvi! —Una risa no muy larga escapó de su boca por culpa de su nerviosismo.
—¿Qué? Es sólo una pregunta —dijo con inocencia fingida, también bromeando con el pelinegro.
—Lo podría considerar... Hmm... No, espera, creo que no me sentiría cómodo enseñando las cicatrices que tengo en mi pecho y en mi espalda, al menos no mientras esté parado en medio de un gimnasio.
—Es decir que... tal vez en otro lugar...
—¡Tampoco quise decir eso! —Lo detuvo otra vez.
—Lo sé —rio bajito—, no me tomes tan en serio. Hablando con sinceridad, Wrio, sólo quiero que hagas lo que sea más cómodo para ti.

ESTÁS LEYENDO
Cerca de ti | Wriolette
FanfictionCreció convencido de que nadie podría amarlo... hasta que conoció a Neuvillette y le permitió entrar a su vida. ⛓️ AU : Entorno moderno.