Yo en black clover

T2.3. Gente

Un día más llegó en la progresivamente monótona vida de Yume, consistente en despertarse, entrenar, desayunar, ir a la academia, aburrirse, comer, volver a aburrirse, entrenar físicamente, entrenar más control de chakra he ir a casa a preparar comida antes de tirarse en la cama como una piedra de cansancio.

El primer rayo de sol besó su rostro a través de la ventana del apartamento que le fue otorgado una semana después de aprobar el examen de ingreso a la academia, día en el que se levantó a las 6 am, como siempre lo hizo, o quizás un poco más tarde en este mundo que en Black Clover, donde se levantaba a las 5 am si no estaba mal, pero no le dio mucha importancia.

Tomó su hora habitual de control de chakra, solo que por primera vez ocurrió un pequeño cambio dentro de su monotonía, pues en vez de hacer el ejercicio con varias hojas como era habitual procedió a pararse frente a una pared de su apartamento, nada que obstaculizara lo que planeaba hacer en las cercanías, tampoco es que tuviera muchas cosas en el pequeño lugar, pero este fue preparado el día anterior en caso de accidentes.

Había una estera en el piso para suavizar la caída y se había mantenido descalzo para el ejercicio, por una apariencia de aprendizaje directo con su cuerpo para luego, cuando decida revelarlo abiertamente en el campo de entrenamiento pueda subir la dificultad con las sandalias estorbando, pero dejando eso de lado sin más dilaciones, respiró para dar un paso.

Yume colocó un pie a la pared, con el contacto el chico ejecutó la misma mecánica que con la hoja, solo que esta vez él sería quien se pegaría, y del mismo modo que reguló la cantidad adecuada para la hoja, reguló la salida de su chakra hasta una cantidad que sintió pudo sostener progresivamente su posición de peso contra la gravedad a medida que se posicionaba horizontalmente y paralelo al suelo.

En cierto momento resbaló, notando el aumento leve de peso cuando su segundo pie se despegó del piso, momento en el que el flujo actual pareció no soportar, y haciendo que aumente solo una fracción más del flujo ya activo, logrando sostenerse.

(Fiu, casi me mato, pero okey, aquí está el punto difícil) Pensó con una pequeña gotita de sudor rodando de su frente, mientras colocaba su otro pie sobre la pared, este aún sin pegarse a la superficie vertical ya que debía hacer un balance entre el aumento de flujo con este mientras descendía en el otro y así no resbalarse tanto como romper la pared por un exceso de salida.

"Esto me está costando", fruncí el ceño, mi torso estaba muy tenso por la posición horizontal y de repente me encontré preguntándome cómo flacuchos como Naruto y Sasuke lograron esta mierda, o al menos Sasuke, por que seguro y Naruto tenía alguna clase de ventaja física del linaje Uzumaki.

El otro caso era también el chakra, en una comparativa, mientras que las 10 hojas fueron goteos constantes de sus reservas, como agua goteando le un garrafón, sus pies actualmente pegados establemente mientras jugaba con la cantidad necesaria para mantenerse afianzado, eran como dos grifos abiertos a media capacidad, drenando el garrafón mucho más rápido.

A es este paso no tardaría más de 5 minutos en quedarse con reservas bajas, algo muy poco práctico para un entrenamiento si se le preguntaba a un shinobi. Al final, aprovechó el tiempo al máximo para por lo menos dominar la mecánica de aumento y disminución de flujo de chakra en sus pies por cada paso que dio en la pared, con la máxima concentración, evitando caerse y perder tiempo valioso. 

Afortunadamente, el hecho de haber explorado toda su red de chakra a conciencia para Ten y luego Ren fueron de gran ayuda para que se le haga natural rápidamente.

"No me jodas, ¿tan rápido?", murmuró entre jadeos el niño cuando se despegó de la pared de golpe y cayó de pansa al suelo, quedando sin aire por unos segundos, en su mente y reloj interno, apenas iban unos 4 minutos cuando sintió el mareo y la fatiga salvajes, obligándolo instintivamente a cortar la salida de chakra.