Tú y yo en un mundo paralelo

Capítulo 2

Lo más lindo de estar casados es que puedo despertar todos los días a su lado, amo cada día, porque mi primera vista es el, dormido con sus abrazos al rededor de mis caderas y tan tranquilo que parece un angelito, Alex es mi lugar seguro, el es todo lo que siempre desee tener en un chico y ahora es mi esposo, " mi esposo" todavía no me lo creo, no creo que el sea mío y yo suya.

Con pesar abandonó sus brazos, ya que tengo un gran encargo, y no me puedo dar el lujo de perder unos de mis mejores clientes, "la familia ofler", ellos me contratan para todos sus eventos y ahora me toca organizar una revelación de sexo de su segundo hijo, así que me levante lo más despacio posible para no despertar a Alex, tengo solo una hora para arreglarme y si lo despierto voy a llegar tarde como siempre, así que con sumo cuidado me dirijo al baño, sinceramente estoy espantosa, tengo toda mi larga cabellera negra enredada y mi bronceada piel llena de lo que debía ser un maquillaje, digamos que ayer me pase un poco de copas debido a que ya muy pronto voy a inaugurar por fin mi oficina personal de decoración, estoy que me muero de felicidad.

Al rededor de 20 minutos salí del cuarto de baño empapando todo en mi camino como siempre, y lo primero que hago es ver cómo Alex me lanza una mirada juzgona, Alex es todo un maniaco de la limpieza pero yo lamentablemente soy todo lo contrario.

— Vas a dejar de mirarme así, lo siento en un momento lo limpio — Digo con mis ojos de cachorrillo que siempre me funcionan para suavizar su expresión.

— No es justo, no me mires así que se me olvida porque estaba enojado, eres toda una manipuladora — Me reprocha Alex, pero la verdad se cuanto le gusta que lo mire de esa forma aunque nunca lo admitiera.

— Se que te encanta, no te hagas, pero bueno ya me voy a cambiar si no quiero llegar tarde — Salí de nuestra habitación casi corriendo para que Alex no me detenga, pero fue en vano cuando estaba a punto de llegar al closet ya me había alado de la cintura hacia el.

— ¿Huyes de mí señorita? — Claro que no, solo no quiero distraerme, siempre llego tarde por tu culpa.

Sin mirar a Alex sabía su cara de indignación fingida, siempre hacía lo misma.

— Calumnias, como te atreves a decir eso de mí señorita, por mentirosilla le tocara ser castigada, venga aquí — Y con eso perdí 20 minutos con Alex comiéndome a besos.

Después de eso tuve que casi obligarlo a que me soltara para poder ponerme lo primero que encontrara y llegar a tiempo así que con el tiempo encima me puse un hermoso vestido negro hasta las rodillas y un cuello blanco, unas zapatillas slingbacks Chanel y un bolso sencillo de la misma marca, a penas me dio chance maquillarme un poco y recoger mi pelo en una coleta alta, le di un beso de despedida a Alex y salí de nuestro depa.

Al rededor de unos 45 minutos llegue al lugar donde había quedado con la pareja ofler, era una hermosa cafetería de terrazas sencilla pero elegante a la vez, entre apresuradamente y hice un paneo al local para encontrar a la pareja, y luego de unos minutos los encontré donde había un hermoso jardín de lirios.

— Hola, perdona por llegar tarde, ya saben problemas con las sábanas — dije sarcásticamente aunque ellos claramente sabían a lo que me refería.

— Tranquila no tenemos mucho aquí, toma asiento te tenemos unas ideas de lo que queremos para nuestra revelación.

Después de unas largas 2 horas de plática y desacuerdo con laure y tom por fin decidimos donde lo íbamos a realizar, eran los jardines de poples eran unos de los jardines más hermosos y prestigiosos de tulipanes que había en la ciudad, literalmente eran de cuentos de Adas, tenían una fuente de cristal al lado de un estanque lleno de cisnes era Perfecto, la pareja quería que fuera una temática natural sencilla pero glamurosa.

Ahora me dirigía a un restaurante nuevo en la ciudad, era con temática natural según lo que Alex me había mencionado. Cuando llegue no podía creer que esto fuera un restaurante, literalmente era una estructura de cristal rodeada de un lago tan cristalino como mis ojos, estaba lleno vegetación tan verde y oscura como los ojos de Alex era magnífico, no se cuanto dure perdida en la vista, solo se que sentí como alguien me abrazaba de espaldas y me susurraba al oído un " te gusta" voltee y lo vi tan bello como siempre.

— Esto es bellisimo, el propietario tiene un buen gusto la verdad — Alex me miro con los ojos tan resplandecientes que me perdí en ellos, me perdí en el.

— Es nuestro, lo compré porque se cuento te gusta la naturaleza, espero y te guste — Y yo volví a la realidad, ese supuesto "nuestro" solo se significa una sola cosa (es tuyo, pero dire que es de los dos para que no lo rechaces) se que debería estar dando saltitos pero es que Alex me consiente tanto que aveces siento que todo lo que tengo es por medio de mi marido.

— Alex, esta hermoso todo, perooo..... — ¿pero?, ¿ no te gusta?, lo puedo mandar a costruir como quieras.

Como le digo que me siento demasiado mimada y no es que no me haiga gustado, solo quiero obtener mis cosas por mi cuenta y no por mi marido.

— Mi amor, amo todo esto, está precioso pero, tienes que dejar de mimarme tanto — Con tan solo pronunciar esas palabras a Alex se le oscureció la mirada, no se si por decepción, tristeza o enojo.

— Cariño ya te he dicho que no me cansaré de mimarte, si me dices que quieres toda esta ciudad la compraré, no me importa, lo único que me importa es que tú estés feliz — Y aquí vamos con el mismo tema, se que la forma de Alex decir cuánto me ama es con detalles, pero aveces sus detalles son demasiados extravagantes.

— Si, lo sé, pero quiero obtener mis cosas por mi esfuerzo, quiero que me conozcan por mi trabajo, no por la mimada de su esposo rico — Ya se su respuesta pero no está nada mal intentarlo otra vez.

— Pero si te reconocen por tu trabajo, ya te va súper bien, además si eres mi mimada nadie tiene que ver con que lo seas — Dios que terco es este hombre.

— Si gracias a ti, mi amor lo único que quiero es obtener mis cosas por mi trabajo y que tú estés hay para apoyarme, no para comprarme todo lo que vea o lo que sepas que quiero con cojones, déjame volar, caerme y levantarme, ¿lo entiendes, verdad? — Alex me veía con sus ojitos tan oscuros que pensaba que estaba enojado pero en vez de eso solo me abrazo, me abrazo tan fuerte que pensé que me iba a caer.

— Cariño perdóname, no sabía que te sentías tan abrumada, bueno si lo sabía solo no lo quería ver, pero te prometo que intentaré dejarte volar, pero no me pidas que si veo que se te dificulta hacerlo, voy a hacer todo lo posible para que no lo sea — Ay mi Alex tan sensible y compresivo como no amarlo.

— Esta bien, esta bien, ahora vamos a comer me muero por probar la comida de mi restaurante — Y a Alex le volvieron a brillar los ojistos de felicidad.

Aveces pienso que tengo un niño pequeño en vez de un adulto, pero así lo amo tal y cual es.