Narra Robby
El aire en la habitación del hotel se sentía tenso. Me apoyé contra la pared, mirando al suelo, mientras intentaba procesar lo que acababa de pasar. Mara… no sabía qué demonios le había pasado. Había tenido episodios problemáticos antes, pero esto, su reacción allá afuera, fue demasiado. ¿Qué había hecho para llegar a este punto?
Crucé los brazos sobre mi pecho, todavía con la camisa arrugada de la noche anterior. No sabía si era la falta de sueño o el cúmulo de todo lo que había ocurrido en las últimas semanas, pero mi cabeza no podía parar. Las palabras de los guardias resonaban en mi mente: "Será detenida por un tiempo." Pero ¿qué significaba eso? ¿Detenida hasta cuándo? ¿Y si salía y volvía a causar problemas?
Volteé la mirada hacia Tory y Grace, quienes estaban en el baño, probablemente limpiando el desastre que había causado el café derramado. Me sentía impotente. Tory no había dicho mucho desde el incidente, apenas unas palabras entrecortadas, y eso me ponía más inquieto. ¿Cómo podía mirarla a los ojos después de todo esto? ¿Después de lo que pasó en el pasado?
Suspiré profundamente y me pasé una mano por el cabello. ¿Cómo había llegado hasta aquí? Con Mara gritando como una desquiciada, Tory viéndose más vulnerable que nunca y yo, en medio de todo, sin saber cómo arreglar las cosas.
Nunca deberia haber vuelto.
Mientras estaba apoyado en la pared, mis ojos se desviaron hacia Tory, quien salió del baño junto a Grace. No pude evitar mirarla por un momento más del que debería. Su silueta había cambiado; su cuerpo se veía más definido, más fuerte, pero a la vez más esbelto. Parecía como si el tiempo no hubiera hecho más que acentuar su belleza.
Noté cómo sus facciones, aunque marcadas por el cansancio y el estrés del momento, tenían un aire de madurez que antes no estaba ahí. Incluso su cabello caía de una manera diferente, más descuidado pero extrañamente atractivo. Su postura, siempre desafiante, ahora tenía un toque de vulnerabilidad que no era común en ella, y eso me golpeó más de lo que quería admitir.
Mis ojos se detuvieron en su rostro un instante más. Sus labios, entreabiertos por lo que parecía ser un suspiro, y la manera en que se mordía ligeramente el inferior como si estuviera conteniendo algo, me recordaron cuánto había intentado apartar estos sentimientos. Pero fue entonces que mi mirada se deslizó por ella. No quería admitirlo, pero el ajuste de su ropa, el ligero cambio en sus curvas… todo era diferente. Era como verla por primera vez de nuevo.
Sacudí la cabeza, apartando los pensamientos que no tenía derecho a tener. Este no era el momento ni el lugar para dejarme llevar por esas cosas. Pero aunque intentaba mantener la compostura, no podía negar que Tory Nichols era aún más impresionante ahora que antes, y eso no hacía más que complicarlo todo.
Cuando Tory se sonrojó y me miró con esa mezcla de incomodidad y desafío que siempre llevaba, supe que estaba por pedirme algo. Apenas abrió la boca, me adelanté, dejando la chaqueta que estaba sosteniendo a un lado.
— ¿Tienes algo que puedas prestarme? —Preguntó, claramente incómoda — Solo hasta llegar a mi casa.
Me tomó por sorpresa. Por un momento, no entendí del todo, pero cuando mi mirada bajó y noté las manchas del café aún visibles en su ropa, todo tuvo sentido. Grace, quien estaba de pie cerca, se volteó al instante, llevándose una mano a la boca para contener una risa que no disimulaba del todo.
— Claro, déjame buscar algo. — Respondí, intentando mantener la calma, aunque mi mente seguía atrapada en el simple hecho de que Tory, después de tanto tiempo, me estuviera pidiendo algo tan simple y, a la vez, tan personal.
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So Long Cobra Kai | Keenry
FanfictionSegunda parte | Trágico Romance| Ella apenas estaba recuperando el color de su cara, y seguía enfadada por lo mucho que amaba ese lugar. Y ese lugar, no era uno en sí. Su lugar, era una persona; y sabía que debía despedirse. Tory Nichols había pasad...