Hoy quiero de ti
Un diluvio de tu presencia
ahogándome.
Y en el estrado de tus pies
ahí te quiero ver
Cuán bello eres Dios
de inigualable amor.
Nado en tus aguas de vida
tu presencia sana mi herida
Escucho tu voz en mi interior
mi alma es audible a tu voz.