—¡Amigos! ¡No lloren por mí! —anunció Panda desde el centro de la sala con un gesto dramático— ¡Sé que soy la hermosa luz que ilumina esta casa! ¡Sé que soy el color que da vida a sus tristes días, pero tendré que irme por trabajo!
Genial, lo que faltaba. Como si las cosas entre él y Toge no estuvieran todavía incómodas, ahora Panda se iría por un fin de semana. Yuta se rio forzadamente mientras exprimía unas naranjas para el jugo de la comida. Toge solo miró a Panda con rostro inexpresivo desde el sofá de la sala, queriendo desaparecer.
Y es que, después de las disculpas de Yuta bajo la lluvia (por una cosa que jamás hizo), Toge tuvo la decencia de bajar un poco su berrinche para acercarse a él esa noche, pidiendo disculpas por tratarlo mal. Se excusó diciendo que estaba estresado porque no lo llamaban de ninguna campaña que valiera la pena, yéndose a su habitación sin esperar una respuesta de Yuta.
Si bien esa interacción sirvió un poco, no era del todo buena para ellos ni para la convivencia. Se notaba que el ambiente entre los dos estaba pesado.
—¿Cuándo te vas, amigo? —preguntó Yuta sirviéndole unas verduritas al vapor con pollo a la plancha.
—Mañana a las cuatro de la mañana —respondió el otro, saboreando felizmente su comida—. Solo será sábado y domingo, así que espero encontrarlos vivos cuando regrese. Sobre todo tú, carita bonita —acusó señalando a Toge con el tenedor—, no te vuelvas crazy.
Tal como lo dijo, Panda se fue al día siguiente en la madrugada. Era sábado y Yuta solo trabajaba medio día, por lo que le dio flojera hacer el almuerzo temprano. Se llevó únicamente el lunch de la mañana, dejando también uno para Toge con dos notitas que decían:
"Soy un plato lleno de panquequitos de chocolate, cómeme", sobre un tupper y "soy un jugo de fresas, bébeme", sobre un vaso tapado.
A Toge le dio mucha risa el detalle de las notas y, sin pensar, le envió una foto del desayuno a Yuta mientras estaba comiendo. Su roomie le respondió con un emoji pulgar arriba y ahí murió la conversación.
El rubio lo pensó mucho, pero luego de regañarse a sí mismo al menos cinco veces por pagar sus frustraciones con la persona de la que se había enamorado en secreto, decidió que invitaría a almorzar a Yuta hoy aprovechando la excusa de que el otro no había preparado el almuerzo por la mañana. Fue la mejor manera que se le ocurrió para terminar de hacer las paces con Okkotsu.
—Gracias por invitarme, Toge, desde hace mucho quería probar el sushi de este lugar.
Estaban sentados uno en frente del otro en un restaurante muy bohemio, tenía paredes de piedra rustica, muebles de madera pulida y algunas plantas muy verdes por aquí y por allá. Los meseros iban elegantes, cosa que hizo sentir mal a Yuta por llevar el uniforme del trabajo.
—Yo tampoco había venido, está muy bien, ¿verdad?
Sus primeras frases al conversar fueron bastante cordiales, pero ya que Toge dijera algo era ir ganando. Yuta le sonrió sintiéndose nervioso, ¿por qué?
—Sí, iba a cocinar cuando llegara del trabajo, pero esto está mucho mejor —estuvo de acuerdo el pelinegro, bebiendo un poco de su gaseosa de naranja—. ¿Cómo le estará yendo a Panda?
El resto de la comida fue pacífico, hablaron de nada y de algunas cosas sin importancia, mirándose a los ojos de vez en cuando, para luego hacerse los desentendidos y seguir comiendo. Fue raro para los dos, pero estaban intentándolo.
De regreso a casa, vieron un gamig center nuevo. Era enorme, tenía dos pisos, decenas de máquinas y luces por todos lados.
—¡Wow! Toge, ¿quieres entrar? —sin esperar respuesta de su compañero, Yuta comenzó a caminar en dirección al lugar— No soy tan bueno en los juegos como tú, pero definitivamente quiero divertirme aquí.

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Volver a Amar ♥ Yuta x Toge
FanficTras perder a su amada Rika, Yuta Okkotsu le da una oportunidad a la vida al mudarse a un apartamento en otra ciudad para empezar de cero. En este lugar vivirá con un viejo amigo, Panda, y el compañero de piso de este, Toge Inunaki, quien sin querer...