My angel - Sasuke Uchiha x Oc

Capítulo 14

El valor de un ninja se mide en su capacidad de enfrentar lo inesperado. La incertidumbre, el peligro, y el peso de las decisiones son los que forjan a un verdadero shinobi. Ese era el propósito de los exámenes Chunin, una prueba no solo de fuerza, sino de inteligencia, liderazgo y trabajo en equipo. Pero pocos entendían realmente la profundidad de ese propósito... entre ellos, Cyra.

Cuando Ibiki Morino explicó las reglas, Cyra supo que cada palabra tenía un peso específico. Su mirada se fijó en él mientras hablaba, prestando atención al detalle más mínimo. La idea de que las calificaciones se promediarían entre los integrantes del equipo resonó en su mente como una campanada. Trabajo en equipo. Una lección que Kakashi les había inculcado desde el principio.

Cuando las hojas del examen fueron entregadas y Cyra vio las preguntas, sintió un leve escalofrío recorrerle la espalda, pero no de miedo, sino de anticipación. Las preguntas eran complejas, problemas de física y matemáticas avanzadas, claramente diseñadas para ser imposibles de resolver para la mayoría.

<<Una trampa>>, pensó Cyra, su mente analítica ya trabajando. Ella podría resolverlo sin problemas gracias a provenir de la realeza. Su educación y entrenamiento le daban ventaja en este tipo de pruebas. Sin embargo, la regla del promedio por equipo la inquietaba.

Miró de reojo a sus compañeros. Sakura era brillante, de eso no había duda; ella resolvería el examen con la misma facilidad que Cyra. Pero Sasuke y Naruto eran otra historia.

Sasuke, con su confianza innata, rara vez se apoyaba en el conocimiento académico. Su enfoque estaba en el instinto, la estrategia y el combate. Era bueno en lo que hacía, pero Cyra no estaba segura de que fuera suficiente en este caso. Y luego estaba Naruto...

Cyra suspiró internamente al ver al rubio mirando su hoja como si estuviera escrita en otro idioma. Su mente bullía con una sola conclusión: El examen no se trataba solo de responder correctamente. Querían que copiaran.

Las habilidades de espionaje y discreción eran fundamentales para un ninja. Esa era la verdadera prueba. Cyra tomó una decisión rápida. Creó una diminuta llama, tan pequeña como un cacahuate, que se deslizó silenciosamente bajo las mesas, danzando entre los pies de los examinados hasta llegar a Sasuke.

El Uchiha la notó al instante. Una llama que, aunque caliente, no quemaba. Su color anaranjado y rojizo brillaba débilmente, pero era suficiente para captar su atención. Frunció el ceño, intrigado, y la observó detenidamente hasta que vio cómo comenzaba a tomar forma.

"Utiliza tu Sharingan y cópiate de mí, gatito."

Sasuke parpadeó, sus labios curvándose en una sonrisa fugaz. Cyra siempre sabía cómo mezclar pragmatismo y humor, incluso en las situaciones más tensas. Aquella chispa juguetona le recordó por qué disfrutaba tenerla a su lado, aunque nunca lo admitiera abiertamente.

Cuando la llama se desvaneció, Sasuke cerró los ojos un momento y luego los abrió, activando su Sharingan con determinación. Podía ver cada trazo de la mano de Cyra mientras escribía las respuestas con fluidez.

Mientras tanto, Cyra, aunque concentrada en su examen, no pudo evitar sonreír para sí misma. Sabía que Sasuke había entendido el mensaje.
Sin embargo, su atención se desvió brevemente hacia Naruto. El rubio seguía con la pluma en la mano, tamborileando en la mesa con frustración. Cyra contuvo un suspiro. Tendría que confiar en que él encontraría su camino, como siempre lo hacía, aunque fuera a última hora.

Cuando Cyra terminó de escribir las respuestas, decidió observar a su alrededor con discreción. Había algo fascinante en cómo los ninjas presentes utilizaban sus habilidades para superar el examen. Era como si cada uno de ellos desplegara su propio estilo, su esencia, en cada movimiento.