Marcha Nupcial

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De todos los días en que mi madre y mi pequeña hermana pueden venir a despertarme ¿Por qué debía ser precisamente hoy?

-Len, vamos despierta de una buena vez, debemos ponernos guapos.- moviendo mu cuerpo con gentileza.

-No quiero Rin, ve tú en mi lugar.- cubriéndome con el cobertor favorito, y por supuesto este era de bananas.

-Len, mi pequeño y dulce hijo.- quitándome el cobertor.- Tu traje está colgado, debes cambiarte.

-Pero mamá yo no quiero ir a esa boda.

-Es la boda de tu tío, sabes que no puedes faltar, en especial porque tú serás el paje de la novia.

-Pero mami, no quiero sostener un vestido con esa niña que no me cae bien.

-¿Cómo te puede caer bien si ni siquiera te das la oportunidad de tratarla?- cuestiono mi madre bastante interesada en el tema.

-Es por eso mismo, no quiero relacionarme con ella.- Haciéndome bolita en mi cama, generalmente eso siempre funciona.
Soy el consentido de mi madre, mientras que Rin es la niña de los ojos de papá.
Peeero aquí lo que importa es que mami jamás me obligaría a cumplir algo que no quiero.- «He ganado»- me dije a mí mismo.

-Mi pequeño y dulce Len, sabes que te amo tanto, eres mi dulce niño.- Acariciándome el cabello con ternura.- Pero sin importar lo mucho que lo intentes, esta vez no pienso ceder, es la boda de mi hermano, tienes una tarea por cumplir.

-Pero mami.- Intentando con todas mis fuerzas el resistirme.

-Suficiente Len, tienes que ir.- Mirándome tan intensamente, con esa mirada turquesa tan profunda, que no tuve más opción que ceder.- Cámbiate amor, en la cama está el traje.- besando con ternura mi mejilla.- Estaré con Rin ayudándole a vestirse, le diré a tu padre que te ayude con la corbata.

Y las cosas se dieron tal como mi madre esperaba, en cuestión de minutos ya estaba con mi traje listo para ir a esa bendita boda.

Mi tío, no es solo mi héroe o mi persona favorita, también es mi mejor amigo, con quien Rin y yo nos hemos divertido por siete años... pero ahora todo está mal.

Desde ese mal día en que él llego acompañado de una hermosa señorita. Para anunciar que ellos se casarían dentro de un año y que por lo tanto nos necesitarían a Rin y a mí, para la boda.

Rin estaría regando los pétalos de rosas a la entrada del templo, mientras que yo sostendría la cola del vestido de la novia, en compañía de una niña tan molesta, pues por desgraciadamente está en mi clase.

La situación es que, no solo fui traicionado por mi persona favorita, si no que ahora estoy obligado a caminar en la iglesia con una niña que no me gusta.

-LEN.- dijo Rin, gritando a todo pulmón hasta llamar mi atención.

-¿Qué pasa?- le dije algo fastidiado.

-Hemos llegado.- mirando fijamente esa hermosa iglesia estilo barroco, era un lugar precioso, su interior era impresionante tan amplio y brillante, ese sitio era tan relajante. Parecía un castillo, en el que sería llevado a cabo el mejor cuento de hadas jamás contado.

Todos los invitados estaban allí, todos excepto por la novia. Me alegre tanto al saber eso quizás no llegaría.

-Rin no ha llegado la novia.- dije tan ilusionado.

-No te preocupes Len, no tardara mucho en llegar.

Entre esa multitud escuche a lo lejos una voz que me era tan familiar. Por fin podía ver a mi héroe con ese smoking tan elegante, un pañuelo en su bolsillo, sus zapatos tan finamente lustrados. Por alguna razón él estaba alisando constantemente su cabellera castaña. Algo debe estar mal, su mirada celeste se ven algo apagada.

Melodía de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora