Despertó en medio de la calle confuso...
¿Que hace ahí?...
¿A donde va? ...
¿Porque hay tanta comida en la calle tirada? ....
Ja que raro...
Alto, alto alto Alto Alto
él no debería estar aqui... Caminando entre tanta gente
tiene una cita, o no?, est...
SE ESCUCHAN LAS CAMPANAS TOCAR Y LAS LECTORAS DISFRUTAR
LLEGO HANA SENSEI EN SU CAMION, LLENO DE ADORNOS Y LUCES DE LA EPOCA
"MIS QUERIDAS ATROPELLADAS DE OTRO MUNDO REUNANSE QUE HOY LES TRAIGO EL ONCEAVO DIA DE LOS DOCE DIAS DE NAVIDAD"
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Caminaste con mucho cuidado por las calles de la ciudad, siempre escondiéndote entre los edificios y cubriéndote tras arboles, mirabas con cautela a su alrededor esperando no encontrarse con ningún tipo de piraña, esos sobrevivientes que en vez de salir adelante con sus propios esfuerzos, más bien lo hacen asesinando a personas sanas que intentan sobrevivir honestamente y teniendo esperanza en que llegara la ayuda, ya es bastante difícil vivir en una ciudad llena de zombis para que este tipo de anti-sociales lo hagan todo más complicado.
Tenias que llegar a una tienda que estabas completamente segura de que aún tenía comestibles, pero era complicado, ya que la zona estaba atestada de esos malditos muertos vivientes, pero tenias que probar suerte ya que tanto Grimm como tú necesitaban comida, medicinas y agua para sobrevivir, incluso ideaste una estrategia bastante decente para alejar a esos monstruos caníbales y pronto llegó el momento para ponerlo en acción.
Escondido en un segundo piso de un edificio ventanas rotas sacaste todo lo que traías en tu mochila, no era mucho en verdad ya que necesitaban necesitaba espacio en la mochila para la comida, se trataba de una bomba molotov casera que tu misma fabricaste y un largo pañuelo de tela gruesa modificado para un propósito muy especial, es en momentos así que agradeces tu ascendencia latina y que la familia de tu madre de enseñara a fabricar una honda sencilla, aun que tu padres no quisiera por que les daba miedo que Grimm y tú rompieran alguna ventana.
Colocaste la botella llena del contenido químico explosivo en la honda improvisada, calentaste los brazos con un par de movimientos de estiramiento para poder arrojar la bomba más lejos, recordaste ese consejo de ejercicios que te dio tu novio Sebek hace mucho tiempo, aún lo recuerdas...
"Mira lo agotada que estás y tus brazos están acalambrados ¿Qué no sabes que si tienes que correr o cargar cosas muy pesadas tienes que calentar primero?" Pensaste en aquella ocasión que terminaste casi muerta después de ayudarlo a cargar un montón de cajas pesadas, ya que se acababa de mudar de casa de sus padres y empezó a vivir de manera completamente independiente, por aquella época apenas eran amigos.
"No... Nunca he calentado de esa manera antes he corrido tanto o he cargado cosas tan pesadas ¿Qué traes aquí, piedras?" Recordaste la respuesta que le diste.
"¡Con razón eres tan debilucha _____! ¡De ahora en adelante haremos ejercicios juntos por las mañanas, así podrás cargar mis pesas!" Te respondió Sebek de vuelta muy decidido y cruzándose de brazos, pero tenía una pequeña sonrisa que intentaba disimular con su habitual actitud.