-Ya párate que son las 9 y estas desperdiciando oxigeno.
Otra vez me quedé dormido, Ángel y Fran ya estan abajo en la recepción con las maletas, Luis sigue subiendo las últimas fotos a la Infranet y Gabo subió a la habitación a despertarme. Esto de viajar suena lindo hasta que te das cuenta que ya pasaron 2 semanas y tienes que regresar.
-Men creo que estoy enfermo.-Mi voz se escucha ronca y cortada-No se, seguro me dio ébola o esa cosa de las vacas locas. Creo que fué la lechuga esa que crece bajo el agua.
-¿Las algas?
-Esa wea.
-¿No habra sido la botella de sake que convinaste con el Vodka anoche?-Contesta gabo con un aire irónico.
-No creo marico, el vodka siempre fue mi amigo fiel.
Esperando su respuesta, sentí como mi visión se desenfocaba y se iba de costado. En mi interior sentí vértigo y mi cuerpo calló por un precipicio oscuro y frio. Pero no morí.
El mamaguevo había volteado la cama.
Mucho después de ese amigable despertar, me doy una ducha rápida, me visto con lo primero que veo, desayuno la pizca andina que hizo Fran dentro de una tetera y con los pastelitos de atún que saben a plástico (sospechamos que eran para gatos, pero solo Ángel sabe japonés y lo domina a nivel básico), guardo mis cosas en la maleta y bajo a la recepción.
Todos estan enganchados al wifi (solo pagó uno pero todos copiamos la contraseña) y nadie nota mi presencia, parecen todavía dormidos y un poco desarreglados.
-Que cara de indigentes, pilas y salen así que les van a lanzar moneditas.
-¿Lo dice el de la camisa de Hentai Kamen?
-Ya quisieras tú irradiar sensualidad y combatir el crimen con tu paquete- respondo llevándome las manos a la cara y haciendo la voz mas homosexual que tengo.
El superhéroe favorito de muchas personas es batman, o superman, o spiderman (Mentiras, nadie quiere a Peter). Pero mi favorito siempre va a ser el más sensual de todos: Hentai Kamen. A ver, es difícil de explicar. ¿Para qué yo quiero ser millonario o lanzar telarañas de las manos cuando puedo hacer un vórtice ardiente de fuego con mi pene y llevar pantys en la cabeza?.
Luego de entregar las llaves y revisar los pasaportes salímos al exterior. Al parecer va a ser un dia de verano como cualquiera en Japón, el cielo está despejado, los pájaros no cantan por que no hay, pero las chicharras sí, la ciudad ya esta en su ajetreo diario y se escuchan toda clase de sonidos, entre ellos el de el tren que nos ìba a llevar al aeropuerto.
-Coño de su madre-Murmura Luis.
-¿Bueno y ahora?-Dice Gabo- Angel,¿alguna idea?
-Pueeeeesss, ¿En taxi?
-Muy caro.
-¿En bus?
-No van a caber las maletas.
¿Y si caminamos?-digo sin pensarlo.
De repente, todos me miran con una mirada sombría, como si le hubiera votado a Chavez o si hubiera visto Crepúsculo.
-Pues es lo único que queda- Dice Gabo resignándose- Bueno, a caminar
30 minutos después me arrepiento de mi desición. Cargar con 2 maletas y una mochila bajo un sol de 38 grados no es tan buena idea, pero ya falta poco para llegar al aeropuerto.
-Epa, ¿Qué hora es?- Pregunto con voz exausta.
-Son las 9:30... ¿9:30?. ¡¡¡9:30!!!- grita Luis.
-¡COÑO VAMOS A PERDER EL VUELO!-Responde Fran- ¡MUEVAN ESE CULO HIJUEPUTAS QUE YA QUEDA POCO!
No se de dónde sacamos fuerzas, pero nos echamos a correr como alma que lleva el diablo y logramos embarcar a tiempo.
Luego de ya estar cada uno en su asiento (Todavia jadeando y todos cansados y sudorosos) pienso en lo que he hecho estas últimas dos semanas.
Japón es un lugar historico y muy moderno a la vez, este viaje probablemente a sido el mejor de mi vida: Conocí otras comidas, otra cultura, nuevas tecnologias... Además de ir a las discotecas, a conocer el monte fuji, a viajar en los trenes bala y pasar 3 dias en una fila soportando viento y calor.
Pero lo importante, es que lo logré, al fin lo tengo.
