Gotta get out

-2-

Estaba empezando a anochecer cuando despertó. Lo primero que vio fue el sol, que estaba escondido tras unos árboles.
Cerró los ojos, deslumbrada por la luz, y se pasó la mano por la frente. Estaba cubierta de sangre. Y lo peor era que no recordaba nada.
Intentó levantarse, pero las piernas le fallaron y cayó al suelo.
No sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí. Estaba rodeada de bolsas con ropa y algunas provisiones. Al alzar la vista vio la entrada de un bosque.
Aún con los ojos entrecerrados, se levantó y empezó a caminar; su equilibrio era casi nulo y se encontraba en un grave estado de mareo. Sus piernas estaban agarrotas y le dolía la muñeca derecha.
Apenas miró a su alrededor mientras caminaba hacia el bosque; pero el lugar parecía desierto.
Estaba en una especie de claro, en medio del bosque, y parecía no haber nadie por allí.
Con gran esfuerzo consiguió llegar a un riachuelo del bosque y sin pensarlo, se metió dentro.
Después de lavarse e intentar aclarar las ideas observó su reflejo.
Llevaba una especie de sudadera verde oscura y unos pantalones largos negros con unas botas marrones. Tenía el pelo oscuro y le llegaba por el pecho. Se pasó las manos por la cara y suspiró.
Tenía los ojos un poco rasgados, parecían marrones, pero no se veía con claridad en el agua. En la frente tenía un corte, no muy profundo, pero cubierto de sangre.
¿Y ahora qué?- pensó.
Necesitaba tiempo para intentar recordar.
Encontró un árbol grande y alto que parecía un buen refugio y se subió a él.
Cerró los ojos y se quedó dormida.