Sigo siendo Elegante

Sigo siendo elegante: Capitulo 3~ No llores

El chico Emo 2: Sigo siendo elegante

Capitulo 3~ No llores.

Daniela...

Ordene a mis pies a entrar finalmente en la oficina de seguridad pero me quede en la puerta al ver al escultural y sexy hombre hablando con mi jefe.

No babeés, Dani.

Sus vistas pasaron a mí y el sabrosón de Keyden sonrió.

―Dani―Dijo acercándose a mí y sonreí como boba.

―Keyden―Dije casi babeando.

―Tenía tiempo que no te veía, Preciosa―Dijo y solté una risita risueña.

―Me estás viendo―Dije y el soltó una carcajada ronca extendiendo su mano a mí.

―Esta noche estas libre solo para mí―Susurró mientras yo tomaba su mano.

Esto se estaba poniendo bueno...

*Caroline POV*

Me estaba poniendo una blusa más holgada para dormir cuando alguien entro a la habitación. Mire de reojo viendo a Drew y no le tome importancia. Terminé de ponerme la prenda volteándome a él encontrándolo solo a unos centímetros de mi rostro con la mirada perdida y una sonrisa de loco.

―Estas bellísima―Dijo poniendo sus manos en mi cintura. Intente empujarlo pero se mantuvo fuerte y me pegó mas a él―. Te deseo.

―Suéltame―Dije entre dientes.

― ¿No me deseas igual?―Dijo y guardé silencio rebuscando en su rostro algo―. ¡Respóndeme!

―No―Dije firme―, no te deseo.

Un gruñido escapó de sus labios. Besó mis labios con fuerza sacándome un gemido de dolor.

―Dime que me deseas―Dijo con rabia sus ojos de un color rojo sangre.

―Me estas lastimando―Sollocé intentando quitar sus manos de mi cintura.

―Dime que me deseas―Dijo entre dientes―. ¡Dilo!

― ¡No!―Grité y él me empujó al suelo sacando una pistola y apuntándome― ¡No!

El sonido de un disparo hizo eco con mis palabras.

― ¡No!―Abrí los ojos dando un brinco que me dejo sentada sobre la cama. La puerta se abrió y Drew se adentro a la habitación sentándose al lado de mí y poniendo sus manos en mis mejillas limpiando las lágrimas que empezaban a salir.

―Ya, todo paso, fue solo un sueño. Estas bien, estamos bien―Dijo Drew lentamente―. Son solo sueños, no es como que será real.

―No me toques―Las palabras salieron solas de mi boca y el frunció el seño sin dejar de limpiar las lagrimas.

―Pero Caro...―No lo deje terminar pegando la palma de mi mano en su rostro. Él se levanto de la cama inmediatamente dándome la espalda. Posiblemente tratando de calmarse.

―Te dije que no me toques―Dije y él se volteo sonriendo sus ojos cristalizados debido a las lagrimas que empezaba a acumularse en ellos.

―Me pides que no te toques, bien, no te toco―Dijo su voz distorsionada como que en cualquier momento se iba a quebrar―. Me pides que te deje de hablar, bien, te dejo de hablar―Continuó y al instante supe que hablaba del pasado―. Pero óyeme bien, maldita seas. Nunca me pidas que te deje de amar porque eso si que no puedo. Y esto―Dijo señalando su mejilla―, si esas son las caricias que ahora has decidido darme las aceptaré con gusto pero no me dejes ir, por favor, no me dejes ir. Permíteme mostrarte que he cambiado, que he venido a recuperarte y no quiero hacerte daño.