Sigo siendo Elegante

Sigo siendo Elegante- Capitulo 8~ Un bebé.

El chico Emo 2: Sigo siendo elegante

Capitulo 8~ Un bebé.

Drew...

Caroline guardo silencio mientras ocultaba su rostro entre sus manos.

—Perdón —Lo dijo tan bajo que si no es porque estaba tan atento a ella no lo hubiese escuchado.

— ¿Estuviste con otro estando conmigo? —Dije sintiendo el caliente subirse a mi cabeza—. ¡Te creerás puta!

—Drew —Me llamó la atención Dani el cual ignoré.

—Es del narcotraficante, ¿No? —Dije dando varios pasos hacia atrás sintiendo la ira querer apoderarse de mí.

Su silencio empezó a desesperarme y bajo sus manos mientras mordía su labio inferior mirando el piso, sus mejillas rojas y las lagrimas mojando todo a su paso. Me acerqué a ella con el fin de limpiar sus lagrimas, levanté mi mano y allí se quedo tras su encogimiento hacia atrás en busca de un escudo.

¿Creía que la iba a golpear?

No solo ella creía ello porque antes de darme cuando Dani estaba frente a mí y me empujó hacia atrás casi haciéndome caer. Sus ojos estaban rojos y, por si fuera poco, sus colmillos estaban afuera.

—Largo de aquí —Dijo su voz siendo otra.

Las miré a ambas volviendo a sentirme más enojado y salí de allí. Sí intentaba algo alguien iba a salir herido. Al entrar al auto miré por el retrovisor para ver si era debido dar reversa, tuve que volver a mirar notando que mis ojos estaban igual de rojos.

Dani.

Yo.

Esto era obra de que el Omamori estaba con Caroline, se lo había puesto hace aproximadamente un mes cuando sucedió su casi-suicidio y desde entonces ha permanecido con él, además, que no solo tenía mi parte, sino también la de Dan que se unió sin problemas a mi parte.
Aceleré saliendo de allí con rumbo hacia un lugar que conocía bastante bien, se trataba de unas calles totalmente desoladas casi a las afueras de la ciudad, cada vez que me toca salir por ahí resolvía mis problemas mentales rápidamente y lograba tranquilizarme. Encendí las sirenas del auto y ande a toda velocidad por todas las calles hasta llegar. Allí apagué todo ruido y empecé a manejar suavemente.

Estaba la idea de que tal vez Caroline me había mentido pero no había más arrepentimiento que la que tenía su mirada. Sentí unas lagrimas traicioneras bajar por mis mejillas por lo que frené para limpiarlas y me quedé mirando a la nada hasta que deje mi frente caer en el guía logrando que la bocina sonará sin parar.

Esto me pasa al creer que era suficiente para ella.

Repentinamente un estruendo y en segundos la mitad de mi cuerpo fuera a través de lo que era la ventana de mi puerta. Un hombre encapuchado intentaba sacarme mientras me estrangulaba con sus manos y yo no me quede atrás intentando defenderme. Me sacó completamente y luego me pegó en la puerta nosotros iniciando un forcejeo. De la nada el dejó de estrangularme y llevó sus manos a su capucha revelando su identidad.

—Hijo de puta, que susto —Dije al ver que se trataba de Dylan.

—Que maricón —Dijo riendo y soltándome.

—En mi mente estaba tomar la pistola y darte unos disparos, imbécil.

—Hubiese sido genial que me mates y me quites la capucha, te des cuenta que es tu hermano favorito y hubieses empezado a llorar como hace un momento.