Cap. 6: Gracias por hacerlo realidad

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Fueron llegando las chicas y chicos con sus madres, padres, abuelos... que tenían entrada general y cuando más o menos acabaron de llegar empezó el concierto.

Primero actúo el telonero, Calum, un rubio de ojos azules que cantaba muy bien, pero en ese momento no disfrutamos mucho porque estábamos ansiosas de que salgan los gemelos

Hasta que salieron los gemelos con su canción "Carrusel". La verdad es que lo hacían muy bien porque interactuaban mucho con el público e iban intercalando canciones lentas con movidas.

Llegó la mitad del concierto, estábamos ya muy cansadas de tanto gritar y tanto saltar, ahora tocaba la canción de "Te dejo en libertad", en esa canción sacaban a dos niñas al escenario, Pau y yo estábamos muy nerviosas ya que uno de nuestros sueños era ser elegidas.

Cuando empezó la canción todas las niñas empezaron a gritar y a saltar, para llamar la atención y que las saquen. La verdad es que me empece a encontrar mal, me estaba mareando (aunque la verdad es que no es raro, ya que me mareo con facilidad), pero pensé Da igual... Ya se me pasará y hice lo que las demás niñas "Llamar la atención". Hasta qué llegó mitad de la canción el momento donde escogían.

- ¿Quien quiere ser mi princesita? ~ dijo Dani.

- ¿Y la mía? ~ gritó Jesús.

Pau y yo nos pusimos a gritar: Yooo, Yoo, Nosotraas. Hasta que hablaron.

- A veeer ~ dijo Dani

- Hoy vamos a sacar a dos niñas gemelas, es decir, como nosotros.

Y... Nos señalaron diciendo Vosotras. Dani señaló a Paula y Jesús a mí.

Casi se me sale el corazón del pecho, no, mejor dicho, ya, con lo mal que estaba, casi me desmayo, pero algo, hizo que no me desmayara, algo que quería que cumple mi sueño.

Vinieron dos guardias que nos ayudaron a saltar la valla, a Pau se la llevaron por la derecha y a mí por la izquierda.

Dio la casualidad de que en mi lado estaba mi Tía Mery y cuando me vio se sorprendió y me dijo:

- María, ¿estás bien? Tienes muy mala cara...

- Mmm... Sí, estoy perfectamente. ~ le contesté. Sí, mentí, pero pense que sí le decía que estaba muy mareada no me dejaría subir al escenario con Jesús.

Subí las escaleras con cuidado de no caerme y me di cuenta de que veía borroso, pero pude diferenciar a Jesús de lo demás, que cuando me vio, vino corriendo y me cogió la mano ¿Tan mala cara tenía?

- Jesús, quiero que sepas que no estoy al máximo ~ le dije llorando, no le quería decir que me encontraba fatal

- Tranquila, voy a estar todo el tiempo a tu lado, no te voy a soltar te lo prometo ~ me respondió Jesús preocupado por mi estado.

Me senté en la silla y me empezó a cantar, en serio, que bien lo hacía. La verdad es que estaba cumpliendo su promesa, no me soltó ni un segundo.

Lo que el destino unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora