Hasta la muerte

Capitulo 8-.

Capítulo 8-.

Todo era demasiado raro, primero que nada, era una llamada de audio simplemente.

-Y entonces... ¿Donde vives tu?- Preguntó la chica.

No sabia que contestar, Rubí cada vez lo ponía mas nervioso...

-Pues, yo vivo en New York. Pero, me vine a la casa de mis padres...- No quería decir mucho, le daba miedo pensar que esa chica podía verlo o hacer cualquier cosa paranormal. -¿Por qué la pregunta?

-No lo se, quería imaginarme que tan lejos estamos el uno del otro. Pareces un buen chico, tal vez podamos conocernos algún día... O ¿Que te parece si hacemos una video llamada?- Rubí aparece en el celular de Ruben. De la nada.

Rubí le preguntó a Ruben si quería una video llamada, pero al parecer, ella no esperaba respuesta alguna así que comenzó sin consentimiento de él.

Ruben la miró, al parecer ella también lo veía.

Ella era preciosa, era castaña con cabello lacio... Ojos azules, delgada... De muy buenos sentimientos por lo que él notaba.

-...Y entonces resulta que ese tipo me lastimó, me rompió el corazón y afortunadamente... Tres días después murió. ¿No es gracioso? JAJA- A Ruben no le daba gracia lo que ella había dicho. Al contrario, le ponía los pelos de punta. Eso era realmente escalofriante.

No sabia como reaccionar. Le daba miedo, más del que había tenido desde el principio. -JAJA si, muy gracioso. ¿Y por qué murió?- Su risa fue demasiado fingida, y se arrepentía de haber hecho la pregunta. -Claro, si se puede saber.

-Claro que si, él murió por que yo... -

La llamada terminó.

La pantalla comenzó a cambiar a colores que él no sabía que existían, parpadeando sin parar. Blanco, negro, rojo, verde, azul, morado... Pareciera como si quisieran meterle algo en la cabeza.

No tuvo más remedio que apagar la computadora.

"Lo siento, algo sucedió con mi computadora. Se volvió loca, y de repente colgó la llamada. Lo siento, ¿ahora dices que estas en casa de tus padres, cierto? Yo también estoy en Washington. Sabes, tal vez hasta podríamos vernos en cualquier momento. Tal vez ya nos vimos y ni en cuenta".

Ruben nunca le había dicho donde estaba la casa de sus padres... -¿Cómo es que sabes donde está la casa de mis padres? Que yo recuerde, nunca te la dije.-

-Ah, es que... Tengo una aplicación en donde me muestra donde esta la persona con la que estoy hablando.- Escribió ella.

-¿Ah si? ¿Y cómo se llama?- No supo de donde, pero realmente se sintió con el valor suficiente como para preguntarle eso a la chica.

Rubí tardó en contestar, pero contestó. Fue la tontería mas grande que el hubiera escuchado. -MapyFriend.-

Él no quería seguir hablando de eso, pero solamente le contesto con un "Esta Bien". La conversación terminó.

Todo fue demasiado raro. Una hora, dos horas. No recordaba cuanto tiempo llevaba charlando con ella pero, por lo que sabia, llevaba mucho.

-Amigo, ¿estas bien? Lamento haber hecho un escándalo hace rato, me comporte como un lunático. Oh, y también discúlpame por el tiradero que hizo en tu habitación. Lo siento, pero si en realidad hubiera sabido que devolvería, hubiera ido al baño. Sabes que no soy así.- A Ruben le alegraba mucho que su amigo se hubiese olvidado de lo sucedido. Solo que le fastidiaba que se pusiera a pedir tantas disculpas.

-No te preocupes, fue un accidente, no lo sabias. Además. Ya paso. Estas bien, supongo.- Dijo, con un tono de miedo en la voz. Realmente le daba pavor que su amigo volviera a vomitar en su cuarto y a comportarse como un lunático. No de la manera linda.

-Si, lo estoy. Edward me hizo recapacitar sobre como reaccione, y tuvo razón. Tu tienes toda la libertad de hacer lo que se te pegue la gana y con quien se te de tu gana, es tu vida, no la mía. Pero créeme, lo hice porque me importas. Y me preocupas, eres mi mejor amigo.-

Paralizado. Así fue como Ruben quedó después del discurso algo cursi de su amigo, nunca lo había escuchado decir tales cosas. Todo apestaba.

-Edward... Acordamos que jamás nos drogaríamos, y no, no hay excepciones cuando nos molestamos entre si. Ahora a ver como le haces por que drogado no quiero a ninguno.- Lo dijo en tono sarcástico. Rió un poco.

Edward y Alejandro se miraron entre si. Alejandro no estamos drogado. Tampoco Edward. Lo miraron con una cara tan seria que se sentía enfermo.

-Dejen de bromear. Se que están drogados ambos.- Dijo Ruben.

Alejandro estaba algo fastidiado... -Al parecer el que esta drogado es otra persona... ¿No Ruben?- Cruzó los brazos. -Realmente... Pensaste que nos drogaríamos. Que buen amigo eres ¿no crees?-

¡Excelente! Sus amigos se habían molestado con él. ¿Que podía empeorar? Oh si, ya se. Decirles que la razón por la que en serio lo pensaba era porque estaba nervioso, tenía miedo y espanto por la charla que tuvo con su amiga Rubí. Pero... ¿Cómo decírselos? Eso empeoraría la situación. Principalmente no le creerían, y en segunda; aunque lo hiciesen empezaría de nuevo el problema pues... La pelea con Alejandro empezó por un mensaje recibido a su celular de Rubí. Volvería a empezar todo.