Capitulo 15

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Rubén, aunque no lo viera, estaba sonrojado; se sentía con las mejillas calientes, una gran señal de enrojecimiento.
-Joder, hermano. ¿Ya te viste el ros...?- Estaba por decir Edward.
Realmente no quería que su invitada pensara que se sentía atraído, aunque se notaba obvio. -Cierra el orto, ya se lo que me pasa. - Estaba entre molesto, y nervioso. -Simplemente distráela, no quiero que me vea así. Por favor, y te deberé una.
Edward solo asintió.
-Ehm... Rubí, ¿cierto? Me podrías acompañar un rato afuera. Siento que te conozco de alguna parte...
-Pero yo jamás te he... -Alguien la empujó para que siguiera al chico.
Era Rubén. Que se tapaba la cara discretamente para que ella no lo viera.
-Anda, ve con él. Edward jamás olvida un rostro.
La chica lo miró. Sabía que, por alguna extraña razón, le mentía. Tal vez por la razón en cómo se tapaba, en cómo hacía lo posible por no verla, etc... Pero simplemente lo notó.
-De acuerdo.
Ambos se alejaron por un pasillo largo que daba al patio donde estaba la piscina.
-Ya se fueron, bravucón. ¿Qué te sucedió en el...?
-Cierra el hocico, me sonroje simplemente. Y no quería que las cosas se mal interpretasen. Acabo de conocerla y no quiero que piense algo de mí que... Simplemente no.- Caminó hacia la lavavajillas para lavarse el rostro y evitar que se sonrojara más. -¿Ya se bajó? ¿Estoy bien?
-Lo estás. Relájate, hermano. Solo fue algo que dijo Mika, tómalo como algo sin sentido.
Mika.
Mika había sido la que mal interpretó las cosas, tenía que aclarárselo de una vez por todas, antes de que ella y Yoko vuelvan a meter la pata.
-¡Mika!
-Idiota, estoy justo a tu lado. Y se lo que me vas a decir: 'No es mi novia, que tonta eres. Jamás lo será'. - Las últimas frases las produjo con sarcasmo, e imitando la 'voz de Rubén'.
-Yo no diría eso.
¿En serio? ¿No diría eso?
-Vamos, ¿qué hubieras dicho? Te conocemos. Dinos algo diferente y posiblemente te creamos.
Los rostros, cada uno de ellos, posados en el de Rubén. ¿Nervioso? Por favor, siempre lidia con esos rostros. ¿Qué iba a decir? Correcto. Esa era la cuestión.
-Ah... Pues... No es mi novia...
-¡Eso ya lo dije yo! 10 puntos para Griffindor.- Estaba realmente emocionada. Súper rara. - Ah... Bueno, continúa.
Parecía como si realmente, los tres, se hubieran estado poniendo de acuerdo para joderlo. Era realmente gracioso para ellos.
-Vale, ¿qué tengo en el rostro? ¿Me he manchado de algo? ¿Qué es tan gracioso?-
-Nada, hermano. Simplemente que te ves gracioso por qué, te sonrojaste, y en segunda, estás más molesto que de costumbre por qué una chica está en tu casa y no quieres que realmente vea como eres. Es decir, se ve que te gusta, y no me lo vas a negar... Y si lo niegas, es por qué AÚN no te convences de que te gusta. Pero ella te atrae... -Alejandro parecía una especie de psicólogo. Adivinaba todo lo que Rubén sentía.
-Realmente sabes demasiado de esto, ¿no es así?
-Me han roto mucho el corazón, y supongo que yo estuve así la última vez que salí con Amy.
Amy supongo que era la antigua novia de Ale. Casi no les contaba de ella, por eso no sabían si realmente había tenido algo que ver con el chico.
-¿Amy? ¿Quién es esa chica?- preguntó Edward entrando de nuevo en la sala. Acompañado, obviamente de Rubí.
-Una chica de la que yo estaba perdidamente enamorado. Vamos, todos estuvimos... O estamos enamorados.
Al decir una de las últimas palabras de la frase, giró la vista directamente hacia él. Hacía Rubén.
¡Vaya, vaya! -pensaba él- mi mejor amigo, no podía ser más discreto, al parecer.
Rubí plasmó su vista hacia él.
Tenía una mirada realmente extraña. No de la mala manera, sino que... Ella lo miraba con una pizca de coqueteo.
¡¿Cómo coño sabría él como coquetea una mujer?!
En ese entonces quería hablar con los chicos. Solo ellos tres.
Chicos.
Para su buena suerte, su madre y su padre entraron desde una puerta traerá. Pareciera que estuviera secreta, que ninguno de sus hermanos ni él habían visto antes.
¿Acaso era un túnel?
-¿Dónde demonios estaban? Los estábamos buscando.
Rubén realmente estaba desesperado, nervioso. Frustrado.
-Tranquilo, íbamos al súper mercado, como todas las mañanas -comenzó a explicar Rich- y justo cuando regresamos, había una ambulancia tapando la calle, un poco antes de la esquina, estaba esta. Era realmente difícil pasar por ahí. Así que tú madre y yo decidimos usar el 'pasadizo secreto' donde ella y yo... - Puso una cara picarona.
Todos sabían a lo que se referían. Incluyendo a Mika y a Yoko.
Si, eran niños. Pero entre 10 a 12 años. Para ese entonces ese rostro ya estaba descrito perfectamente.
-¡Qué asco!- Soltaron los 6 jóvenes. Entre estos Rubí.
-Pero eso se queda entre ella y yo- Este la abrazó y le dio un beso en la frente. Dejaron ambos las bolsas de Mercado sobre la mesa y todos se agruparon en esta.
-Bueno... Pero,¿por qué estaba esa ambulancia? ¿Qué sucedió?-
Realmente se odiaba a sí mismo por hacer ese tipo de preguntas pero realmente se moría por saber que había ocurrido. ¿Por qué era tan curioso?
'La curiosidad mató al gato'.
Esa frase retumbó en su cabeza.
-Preguntamos a una de las personas que estaban ahí en la multitud, -continuó Jamie- y dijeron que la Sra. Heffley había sufrido convulsiones...-Comenzó a verlo nerviosa.
La Sra. Heffley era una anciana que llevaba casi 40 años viviendo en esa casa. Se decía que cerca de 35 años, esa señora estuvo con un hombre, que la maltrataba. Incluso, casi la asesina. Por lo que llamó a al policía y lo encarcelaron. Quién sabe que será de él en estos momentos.
En fin, después de quedarse sola en la casa, jamás volvió a enamorarse a pesar de estar muy joven. Jamás se le volvió a ver con algún hombre. Nunca más volvió a salir con nadie.
Se daban cuenta de que estaba viva por qué algunos vecinos -incluyendo a la familia Mitchell- iban a visitarla de vez en cuando.
Su casa estaba completamente abandonada de no ser por ella.
-...¿Y? - Esta es era Mika la que preguntaba.
-Las tuvo por ver a una chica dentro de su casa.

Hasta la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora