39

364 65 39
                                    

[Taesan]

No sé cuando me dormí, pero mi cabeza dolía un montón, y el sonar de mi celular no ayudaba.

Lo tomé y vi que era Riwoo.

— Amigo.

— ¡Al fin! Uh, ¿estás bien? Tu voz se escucha más rasposa que de costumbre.

— Acabo de despertar de una siesta. ¿Está todo bien? — miré el reloj de mi mesita, las seis y media. — ¿Te la pasaste muy mal con Isa?

— No, no con Isa realmente. ¡Ah, de hecho, me hiciste acordar de algo! Pero lo haré después. Ahora tengo que pedirte un favor.

— Lo que sea.

— ¿Podrías venir a una cita conmigo esta noche?

— Disculpa, Riwoo, pero estoy interesado en alguien más.

— Rompes mi corazón heteroflexible. Pero no, no es para que salgas conmigo, es para yo salir con Asa y tú con Sungho.

Me senté en la cama.

— ¿Salir con Sungho? Riwoo, sabes que estoy interesado en Leehan.

— Me explicaré mejor.

— Por favor.

— Sungho sólo aceptó que yo salga con ella, si él sale con nosotros, disque para vigilar que no hagamos nada raro.

— Y tú me querés ahí para distraerlo.

— ¿Ves? Pensamos igual.

— ¿Es sumamente necesario que sea yo?

— Eres el único que nunca falla. No te lo pediría de otra forma, bu.

— Bueno, está bien. Dime la hora y ven por mí. — suspiré.

— ¡Perfecto, divino, en una hora pasaré a buscarte!

— Okey. Nos vemos.

Colgué y dejé el celular en la mesita para ir al baño y lavarme la cara.

No escuchaba ruido alguno, así que no sabía si estaría alguien en casa. Debía revisar, así que abrí la puerta para salir de la habitación.

— Ah.

— Hola...

Leehan tenía su mano en alto, al parecer iba a golpear mi puerta.

— ¿Qué... Haces aquí? — realmente estaba sorprendido.

— No contestaste mis mensajes, así que creí que lo mejor sería venir a verte. — mordió su labio — ¿Hice mal? Sé que no eres Isa y que no te gusta que te persiga pero-

Lo interrumpí, dándole un abrazo, que él correspondió después de unos segundos.

— Lo siento.

— ¿Por qué?

— Fui malo contigo y sólo querías ayudar.

— Necesitabas tu espacio, lo entiendo.

— No, yo te dije eso porque creí que estabas tratándome como si fuera Isa... Pero realmente tú eres así. No abandonas. — lo apreté más — Tú no abandonas...

— No llores, Tae, o lloraré también...

— Perdón, no quiero, pero... — me separé porque sentí otro pinchazo en la cabeza — Aish... — apreté mi mano contra ella.

— ¿Lloraste mucho? — me sostuvo por la mejilla — Debes estar deshidratado, gatito, ¿puedo traerte un poco de agua?

— Iré por ella, no te preocupes.

no tan heterosexual | gongfourz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora