Porque la mirada azul vibrante de la chica Ravenclaw ilumina los días de Remus Lupin.
Pero, hay alguien que no está dispuesto a compartir las miradas de la Ravenclaw.
—Esta noche hay que escabullirnos a Hogsmade, ¿que dicen?
—Estoy contigo Canuto —James sonrió estirando los brazos
—¿Y tú Peter?
El chico mencionado asintió con entusiasmo
—¿Remus?
—No, gracias
—Vamos Remus, tienes que levantarte, deja de deprimirte
—No quiero y tampoco puedo hoy tengo guardia con Lily
—Fácil, pídele que te cubra —comentó Sirius
—No, ya se lo pedí tres veces
—¡Hey! Tampoco abusen de la amabilidad de mi preciosa Lily
Sirius rodó los ojos
—Diablos, no sé hasta cuándo dejaré de disculparme por lo que pasó en la casa de los gritos
—Ya cállate Sirius —Remus le contestó con fastidio —Las disculpas no sirven de nada, además fue mi culpa el no haberle contando a Hailey la verdad..
—Gracias, lunático, me haces sentir mejor
—Pero que casi me cargue a Egeón, eso sí es tu culpa, pedazo de mierda.
—Remus Lupin ese lenguaje — expreso James quien había notado que su amigo últimamente tenía un poco de más carácter, es decir, el chico retraído y desconfiado de si mismo comenzaba a desaparecer, pero eso probablemente se debía a su depresión por haber terminado con Hailey.
—Eso no me hace sentir mejor —Contesto Sirius
—Eso es justo lo que quiero
—Desgraciado
—Lunático, desbordas desesperación y tristeza, y lo entiendo totalmente —James se acercó a la cama de Remus —Pero por el amor de Dios ve a darte un baño
—Es cierto, ya llevas casi cuatro días sin bañarte, ya hueles feíto
—Huele a muerto —Sirius carcajeo
—Morí el día que Hailey me dejó
Remus parecía estar bromeando, sin embargo, si sentía un gran vacío desde su última conversación con Hailey. Después de todo su más grande miedo se hizo realidad.
Había perdido a Hailey.
—No puedes seguir así Remus —hablo James quién podría considerarse que era él más maduro del grupo, pero solo para algunas situaciones. —Esta bien si quieres quedarte tirado en la cama, o si quieres llorar incluso, pero tienes que levantarte de nuevo en algún momento, si quieres hablarlo o necesitas compañía nosotros estaremos aquí.
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Remus se dirigió a buscar a Lily, hoy tenían guardias y aunque estaba un poco retrasado y ya no podía dejar de lado sus obligaciones como prefecto. Le había costado bastante salir de su baño, se puede decir que Remus paso 45 minutos en la bañera, y se hubiera quedado más tiempo en el agua mientras miraba a un punto dijo del baño completamente disociado, si no fuera por Myrtle la llorona la cual salió de pronto del agua de la bañera y comenzó a berrear.
—Disculpa la tardanza, Lily, estaba algo ocupado
—No te preocupes —Lily volteó para mirarlo
—¿Con quién nos toca hacer guardia hoy?
—Con Ravenclaw
—Oh —Remus lo había olvidado
—No tienes que toparte con ellos si no quieres, yo me encargaré si hay algún asunto que debamos hablar con ellos
—Gracias, Lily
Y como Remus lo suponía, incluso Lily ya estaba enterada de su ruptura con Hailey
—Siento lo de Hailey —Lily colocó su mano en el hombro de Remus en señal de apoyo —Emma me lo contó
—Que chismosa —murmuró Remos en voz baja.
—¿Dijiste algo?
—No, nada.
A la mierda
Remus pensó que estaba actuando como imbécil, si se sentía mal, pero no iba a esconderse ni a evitar a Hailey como la peste, era ridículo, no podía escapar de ella si compartían más de un curso juntos sin contar sus actividades extras.
Así que comenzó sus guardias recorriendo los pasillos correspondientes, dispuesto a bajar puntos a diestra y siniestra a quien estuviera merodeando los pasillos —A excepción de sus amigos — cuando de pronto escucho un par de voces demasiado conocidas, así que se escondió detrás de una columna del castillo.
—¿Hasta cuando estarás así?—La voz de Egeón resonó por el pasillo
—Ahora no Egeón, no estoy de humor
—Deja de comportarte como una niña caprichosa Hailey, te estoy protegiendo
—No, estás haciendo lo contrario —Hailey le contesto
—A la mierda Hailey, usa la maldita cabeza no puedes estar con él, casi me mata
—Pero eso no paso, de verdad lo siento mucho, me dolió verte lastimado, pero sabes bien que nosotros no teníamos que estar en ese lugar, tú me llevaste, ¿recuerdas?
—Intentas decir que si hubiese muerto. ¿Sería mi culpa?
—No, no, pero tampoco fue culpa de él, no es culpa de nadie
Remus pudo escuchar una risa amarga de parte de Egeón, su corazón latía más rápido de lo normal, estaban hablando de él.
—¿Tanto quieres correr a los brazos de ese licántropo?
—Lo amo, Egeón
Remus sostuvo su varita con fuerza como si quisiera contenerse así mismo de salir de su escondite e ir con ella a abrazarla.
Si ella lo amaba, ¿por qué me dejó?, ¿El peso de su condición es mayor que su amor por él? Seguramente si.
Egeón sobo su cien con los dedos buscando tranquilizarse.
—No logro entenderte, Hailey —Egeón estaba molesto—¿Por qué él?, desde que te conozco he hecho todo por ti, he estado siempre para ti, di mi vida por ti esa noche ¿Y aún así lo eliges a él?
Hailey no se movía su cabeza era un dilema, ella amaba a Remus y sabía lo grave que había sido aquella noche para ella, Egeón y el mismo Remus. Lo amaba, si, pero sentía que estar con él era como traicionar el sacrificio hecho por su mejor amigo para salvarla.
Ella sabe todo sobre licántropos, después de todo es una Ravenclaw, y por lo tanto, estaba consciente de que Remus pierde totalmente el control sobre su mente y cuerpo en cada luna llena.
Hailey no sabía que decir, en su mente y su corazón ella si elegía a Remus incluso cuando terminó su relación con él lo hizo pensando en él, entendía a Egeón sabía que él le quería , después de todo ella también lo quería, y se protegerán entre los dos, pero esa intensidad de protección a la vez le parecía demasiado intenso rebasando los límites que ella debía permitir.
Esto ya no le parecía una relación de mejores amigos o incluso hermanos.
Hailey sintió como los labios de Egeón chocaban con los suyos el la estaba sujetando fuerte tenía uno de sus brazos rodeando la cintura de ella, mientras que con su otra mano sostenía su nuca para evitar que ella pusiera una distancia entre ellos, Hailey no sabía que hacer sus esfuerzos por separarse eran en vano, su varita había resbalado de sus manos, sus ojos se mantenían abiertos, estaba en una especie de shock.
En la mente de Egeón solo había un pensamiento: solo tal vez si ella lo probaba la podía convencer de que había muchas más cosas buenas dejando fuera a Remus Lupin, ese imbecil que se la había robado.
Egeón sintió una fuerza externa separarlo de su chica, de un momento a otro se encontraba en el suelo con la mejilla y parte de la mandíbula ardiendo, Remus Lupin le había dado un puñetazo para alejarlo de Hailey.