Porque la mirada azul vibrante de la chica Ravenclaw ilumina los días de Remus Lupin.
Pero, hay alguien que no está dispuesto a compartir las miradas de la Ravenclaw.
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Citas y besos
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—Ya pasaron dos semanas, ¿aún sigues pensando en eso?, lunático
—Déjame en paz, Sirius
—¿Qué tal y no asistió porque estaba enferma?
—Peter puede tener razón, a lo mejor se cayó y se rompió el tobillo, o comió algo y le cayó mal.
—La nota era anónima, ¿Qué tal pensó que se trataba de un psicópata?, si yo fuera ella lo habría pensado —Dijo Sirius
—Sirius tiene razón, Remus. —Dijo James —también pudo quedarse dormida
—Tal vez sólo no quizo ir, por que no y ya—Dijo Remus mirando el techo de la habitación
—¿Y si Fawley impidió que fuera? — Dijo Peter mientras comía un puñado de grageas.
—¡Eso es posible! —Dijo James
—Concuerdo, cuantas veces Fawley no ha saboteado las citas de Hailey
—Como sea, ya no importa yo fuí quien lo arruinó en un principio, vamos se hace tarde para ir a clase.
Remus quería acercarse a Hailey pero no sabía como hacerlo, aunque sus amigos podrían tener razón en algunas de sus teorías, en fin, los sentimientos de Remus querían que él fuera a hablar con Hailey, pero su lado racional y realista le decían que lo mejor era olvidar a Hailey.
La clase de transformaciones había terminado, así que todos los estudiantes comenzaron a recoger sus cosas, Remus echaba unas cuantas miradas a su compañera de Ravenclaw, un impulso de valentía hizo que Remus se aproximara a Hailey.
—¿Podemos hablar? —Dijo Remus en voz baja pero sin tartamudear
Hailey levantó la mirada encontrándose con Remus
—No lo creo, Lupin—Contestó Fawley, Remus frunció el ceño
—Esta bien, Egeón —Dijo Hailey mirando a su amigo —Te veré en la sala común— Egeón resopló tomo su mochila y se marchó de muy mala gana lanzando miradas de odio a Remus
Remus y Hailey salieron del salón y de encaminaron a un pasillo más solitario, ninguno de los dos dijo nada durante el trayecto. Llegaron a una parte del castillo bastante solitaria, aunque desde ahí podían ver una parte del lago negro.
Remus tomo una bocanada de aire, tenía que aprovechar ahora que una repentina valentía había invadido su cuerpo.
—Hailey, yo quiero disculparme...
—No, Remus —Le interrumpió Hailey —No tienes que disculparte —Remus quería volver a hablar pero Hailey seguía hablando —No es tu culpa yo fui quien confundió las cosas
—Hailey
—Lo sé Remus, yo pensé tú y yo, soy una tonta
—Hailey... —Remus no sabía que hacer para que la chica dejara de hablar.
—Y bueno, yo no quiero..
Remus respiro profundo y miro a los labios de la chica de los cuales seguía saliendo palabras,asi que tomó una de las manos de Hailey y habló.
—¡Me gustas! —Dijo Remus en voz alta
Hailey abrió los ojos a más no poder por la impresión.
—Lo siento, es que no dejabas de hablar —Dijo Remus en voz baja, la ojiazul frunció el entrecejo —Me gustas, Hailey
—Remus, no tienes que mentir..
—No estoy mintiendo, me gustas y fui un gran idiota, yo no quise rechazarte, me acobardé..
Hailey seguía viendo de forma confusa a Remus, el chico de los ojos ámbar suspiró y pensó en algo que debió hacer hace mucho, algo que siempre había querido: Besar a Hailey, cuando Hailey estaba apuntó de volver a hablar Remus se acercó y junto sus labios con los de Hailey, la chica abrió los ojos con sorpresa mientras que Remus colocaba una de sus manos en la mejilla de Hailey, ella poco a poco correspondió al beso.
El beso era lento y algo inexperto, Remus estaba nervioso pero no dejaba de sentir el cosquilleo en su estómago, Hailey cedió poco a poco pues sus manos rodearon al cuello de Remus acercándose más a él. Y después de unos segundos se separsron lentamente como si no quisieran terminar con el beso.
—¿Qué fue eso? —Preguntó Hailey a Remus con las mejillas sonrojadas
—Algo que siempre soñé con hacer—Dijo Remus
—¿Entonces por qué me rechazaste aquel día en la biblioteca?
—No quería arruinarlo, jamás había besado a alguien, tenía algo de miedo —Dijo Remus
—Entonces lo que dijiste, ¿es cierto?
—Todo es cierto, me gustas mucho Hailey
—También me gustas —Dijo Hailey con las mejillas sonrojadas
—¿Podemos olvidar el día de la biblioteca y volver a empezar?
Hailey asintió sonriendo.
—Te ves lindo cuando te sonrojas —Dijo Hailey
—Oh, por supuesto que no —Dijo Remus con las mejillas más rojas que antes
Después de una tarde con Hailey, Remus estaba más que feliz, por fin había declarado lo que sentía y había besado a Hailey, incluso la había invitado a una cita el próximo sábado, Remus estaba más que feliz.
Hailey por otro lado había regresado a su sala común dando saltos, donde Emma y Egeón la esperaban, cada uno estaba en su mundo, tratando de ignorar la existencia del otro.
—¿Tan bien te fue? —Preguntó Emma divertida al ver que su amiga tenía una sonrisa
Ella asintió efusivamente
—Remus me dijo que le gusto
Emma se levantó de su asiento y dio saltitos de alegría y abrazo a Hailey
—¡Lo sabía, lo sabía!
Egeón miraba la escena de forma seria y sin algún tipo de gracia, pues pensó que ya se había desecho de Remus.
—Y también nos besamos —Dijo Hailey sonrojandose nuevamente
Emma pego un gritito y volvió a abrazar a Hailey. Egeón abrió los ojos a más no poder y no dijo nada pero apretaba el libro que leía anteriormente con fuerza.
—¿No dirás nada, Egeón? —Preguntó Emma mirándolo con una ceja alzada, Egeón la miró desafiante para después mirar a su amiga Hailey.
—No va a funcionar, Hailey —Dijo y se levantó de su asiento rumbo a la habitaciones de chicos.
Hailey quería ir con él pero Emma no se lo permitió porque ella siguió preguntando que más había pasado con Remus.