Meses Después
Calypso
El sonido de la lluvia golpeando suavemente contra los cristales de la ventana me despertó aquella mañana junto con el movimiento de nuestra hija. Me levanté con cuidado, llevando una mano instintivamente a mi vientre. La pequeña dentro de mí parecía no tener piedad de mi cuerpo nunca, le gustaba moverse de las formas más dolorosas cuando yo quería dormir hasta más tarde.
—Buenos días, pequeña —susurré, acariciando mi barriga con una expresión entre una sonrisa y el dolor absoluto.
Kevin aún dormía, su cabello despeinado cayendo sobre su frente mientras abrazaba la almohada. Se veía tan tranquilo, tan en paz, que no quise despertarlo. Decidí bajar las escaleras en busca de algo de desayuno, aunque últimamente tenía antojos impredecibles que iban desde fruta fresca hasta combinaciones imposibles como pan con mermelada y jalapeños.
En la cocina, me encontré con mi mamá. Había llegado hacía unas semanas para ayudarnos con los últimos preparativos.
—¿No podías dormir? —preguntó mientras me ofrecía una taza de té de manzanilla.
—La bebé está practicando piruetas, creo —respondí con una risa suave.
Mi mamá sonrió, y pude notar el orgullo y la emoción en sus ojos. Ella siempre había sido mi mayor apoyo, y sentir que ella estaba apunto de verme convertirme en madre me parecía una locura. La infancia se pasaba tan rápido que me daba miedo lo rápido que parecía pasar mi vida pero cada segundo estaba valiendo la pena.
—¿Lista para conocerla? —preguntó mientras se acercaba para acariciar mi vientre.
—Más que lista —respondí, aunque la verdad era que aún tenía un poco de miedo. No era solo el parto, sino todo lo que vendría después. Ser mamá era una responsabilidad enorme, y me daba miedo improvisar demasiado.
Kevin bajó poco después, todavía adormilado pero con una sonrisa al verme. Se acercó para besarme la frente antes de prepararse una taza de café.
—Buenos días, amores de mi vida — besó mis labios esta vez.
—Buenos días, papá —respondí con una sonrisa.
Nos sentamos juntos a la mesa mientras planificamos los últimos detalles. Habíamos preparado todo: la maleta del hospital estaba lista, la habitación de la bebé estaba decorada, y las listas de pendientes estaban marcadas con chequeos verdes. Todo se sentía mucho más tranquilo ahora porque las semanas anteriores han sido una montaña rusa de emociones. Hubo un día, cerca de la semana 35, en que Kevin y yo decidimos tomarnos un momento solo para nosotros. Era importante recordar que, aunque estábamos a punto de convertirnos en padres, también éramos una pareja.
Pasamos la tarde en el parque, caminando despacio y disfrutando de la brisa. Kevin llevaba una manta y un termo con chocolate caliente, y encontramos un rincón tranquilo donde sentarnos.
—¿Crees que seremos buenos padres? —le pregunté mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.
Él me miró con esa mezcla de ternura y determinación que siempre tenía cuando hablaba de nuestra hija.
—Creo que serás la mejor mamá del mundo. Yo... bueno, intentaré seguirte el ritmo.
—¿Y si me equivoco? —insistí, buscando una respuesta que calmara mis nervios.
—Entonces aprenderemos juntos. No hay un manual para esto, Caly, pero tenemos algo que ningún libro puede enseñarnos: amor por nuestra pequeña.
Su respuesta me dejó sin palabras, y en ese momento supe que no importaba lo que el futuro nos trajera, porque siempre tendríamos el uno al otro para apoyarnos.

ESTÁS LEYENDO
Love, Luxury and Lust ♡ Jonas Brothers
Hayran Kurgu"¿Y entre todas esas delicias griegas se encuentra usted, señorita?" - Kevin Jonas "Si sigues haciendo eso, se me va a olvidar que eres mi manager" - Nick Jonas "Si no quieres que me ilusione deja de enamorarme" - Joe Jonas --- El amor une a las per...