Capitulo 6

5.6K 222 15
                                    

Jason. 

Esta mañana me he levantado de malas, pues mi padre me ha obligado a ir a una bodega abandonada esta noche, para tener información sobre un caso en el cual trabajamos juntos.

Es un caso sobre una de las mafias más importantes en todo el país, para todo el mundo es visible, pero para la D.I.A (Dirección de Investigación Anti-mafia) no lo es, siempre que ya los tenemos en la mira desaparecen del mapa como si fueran fantasmas. Mi abuelo comenzo con este caso, pero al fallecer lo dejo en manos de mi padre, y yo aunque era menor de edad en ese entonces, lo ayudaba desde lejos, pues yo había estado en un colegio de las fuerzas armadas de Italia, ahí te enseñaban desde manejar una computadora para localizar a alguien, hasta manejar un arma, carros o motocicletas.

Esta noche tengo que conseguir información sobre este caso, pues según mi padre en esta bodega hace unos días habían encontrado todo un cargamento de cocaína y ahora tenía que ir a investigar, pero eso no me molestaba, lo que me molestaba era que tenía que ir a un bar cerca del lugar. Pues según mi padre tenía que socializar con las personas para que me dieran un poco de información y para que nadie sospechara. Eso era lo que me molestaba, porque no era bueno siendo amable con las personas, no era bueno haciendo amigos y no es que fuera un viejo gruñón de 80 años, tampoco es que fuera un tipo amargado, solo que soy muy selectivo con las personas con las que me relaciono.

...

Entro al Bar solo, porque Stefano, mi hermano, no me ha podido acompañar y el maldito me lo había prometido, es mi colega, mi mejor amigo, trabajamos juntos en el mismo caso, pero esta vez me ha dejado votado por una falda. ¡Por dios! por una falda, no es que me molesta que esté con alguien, pero en cuestión de trabajo me molesta que me deje solo por meterse entre las piernas de una chica que seguramente jamás volvera a ver, Stef y yo somos muy parecidos físicamente, pero distamos mucho de ser parecidos en cuanto a nuestras actitudes y formas de ver al mundo, si bien ambos somos los típicos mujeriegos, él ve todo como una fiesta, yo soy más serio, más centrado en cuanto a lo que quiero, aunque a veces me dejo llevar por la situación sin pensar en las consecuencias.

Él dice que yo tengo que buscarme a alguien, pero desde Katrina, mi ex-novia jamás he encontrado a alguien que me haga sentir bien, todo se trata de tener sexo y después sentirme arrepentido por no poder congeniar con la chica en cuestión, he tenido a muchas chicas a mi lado, pero no pasan de un mes o menos, sé que está mal, pero nadie logra hacerme sentir lo que Katrina. Y siempre hago que se alejen antes de que salgan lastimadas, porque eso es lo que yo hago, lastimar a los que me rodean, soy un experto en eso aunque lo hago sin querer.

Estoy tan absorto en mis pensamientos que choco con un chico, le pido disculpas pero él solo me empuja aún más. Tengo que estár tranquilo, yo siempre soy un sujeto que mantiene a raya su temperamento, pero si me hacen enojar demasiado, no hay poder humano que me tranquilice, sigo mi camino y me percato de una chica, una pequeña pelirroja, es realmente hermosa. Va acompañada con 3 chicos y una chica, uno de los chicos la toma de la mano, por lo que supongo que es su novio. Decido no distraerme y seguir caminando, paso a su lado sin mirarla, pero siento que ella hace todo lo contrario. Niego con la cabeza por los estúpidos pensamientos que estoy teniendo.

La pierdo de vista y me concentro en mi trago, está demasiado fuerte, justo lo que necesitaba.

-Oye amigo, creí que nenas como tú no bebían.-dice una voz a mis espaldas.

Volteo y veo al tipo que parlotea, es el chico con el que he chocado minutos atrás, no me puedo enojar, no ahora.

-Como tú digas, campeón.-digo cortante.

Comienza a insultarme y a burlarse de mí, sé que está tomado, así que pongo todas mis fuerzas para ignorarlo, lo hago hasta que escucho una voz, una voz que hace que toda mi piel se erice.

Caín. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora