Capítulo 38.

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Jason.

Caín estaba intentando bailar en medio de todos los chicos, se veía realmente hermosa con ese vestido rojo, su pancita resaltaba de una forma encantadora.

-Se te nota que estás enamorado, hermano.-Stefano apareció a mi lado.

-Ella es todo lo que quiero y lo que necesito, Stef.-le di un sorbo a mi vaso de whisky.

-Wow Jason, jamás creí que escucharía eso, no después de lo de la perra de Katrina.-mire a Stefano y asentí. La verdad es que él y Katrina nunca se llevaron bien, él decía que ella no era para mí, y él tenía toda la razón.

-Cuando llegue la indicada tú me entenderás, Stef.-él puso una cara de asco y ambos estallamos en una carcajada.
Él era todo un playboy.

Tony se acercó a nosotros e hizo que chocáramos nuestras bebidas.-Ve a por ella, campeón.-me dijo.

Asentir y le entregué mi vaso a Stefano, respire profundo y comencé a caminar hacia el escenario. Le hice una señal al DJ y este paro la música, los murmullos no se hicieron esperar.

Todos me miraban curiosos, Caín y las chicas se abrieron paso para quedar justo frente a mí. Le sonreí a Caín y ella me miro divertida.

-Buenas noches, amigos.-hable por el micrófono.

-Buenas noches, Jason.-contestaron todos al unísono. Reímos.

-Hoy es un día especial para mí, y para la señorita aquí presente, Caín.-la señale.-Esta noche tengo un par de sorpresas y quiero que ustedes sean testigos de todo lo que ocurra en estos momentos. Para empezar alguien quiere saludarte, Caín.-ella me miro curiosa, señale un punto tras ella, ella miro hacia donde le indique y no pude ver su rostro bien, pero estaba seguro que tenía los ojos muy abiertos por la impresión.

Una muy linda Anne con una barriga a penas visible de aproximadamente un mes, estaba al centro de la pista, tenía una sonrisa tímida pero sincera. Después de lo ocurrido con Peter ella se fue a Londres, no dio señales de vida durante todo este mes que había pasado. Ella simplemente desapareció después del funeral. No dijo adiós ni un hasta pronto, pero ahora ella estaba aquí y Caín ya estaba apretujándola en sus brazos. Era una imagen muy linda de ver. Encontrar a Anne fue algo difícil, pero con la ayuda del padre de André no fue imposible, cuando él se enteró que sería abuelo no dudo en ayudarme a mí y a los chicos en buscarla. Caín por las noches me hablaba de que André habría querido que ella estuviera lejos de toda esta mierda, pero que la última palabra solo la tenía Anne, y ella había decidido regresar y quedar en lugar del padre de André, pues él se quería retirar del negocio e iba a dejar todo en manos de ella. Cuando los investigadores que contraté la encontraron, no dudaron en hacerle saber porque quería que ella volviera, ella se negó, pero hace dos días ella me llamó avisando que estaría de vuelta y que tenía que enseñarle todo para sobrevivir.

Durante su embarazo el padre de André seguiría dentro, pero ella tendría ya que participar en todas las decisiones y demás.
Ella quería que alguien la ayudara después de que su bebé naciera y yo ya tenía a la persona perfecta para ese trabajo.

Caín volteo a mirarme y rió divertida. Camino hacia mí y me abrazo, lo hizo tanto como su pancita le permitía. Le deje un beso en la frente y la aleje un poco de mí.

-Gracias, amor.-me dijo y me volvió a besar.

-No hay de que, Caín.-sonreí.

Anne se acercó a nosotros, la salud y ella me guiño el ojo cómplice.
Las luces se centraron en nosotros y Caín miraba a todos curiosa. La tomé de la mano y ella me regalo una sonrisa de las que tanto amaba, esa donde sus ojos brillaban.

Caín. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora