PRIMERO YO (La versión de Sakura) [En Curso/actualizando]

CAPÍTULO 9

Cuando desperté Diego ya no estaba, ni siquiera lo vi en esos días, no respondía mis mensajes y no me recibió cuando lo busque. El fin de semana había terminado y ahora tenía que ir a la preparatoria.

—Cariño, buen día.— menciono Sofía con una sonrisa de oreja a oreja.

—Buenos días, hola peque.— dije dándole un beso en la frente a Daniela. —¿Emocionada de ir a la escuela?—

—¡Siii!— contestó esbozando una sonrisa muy alegre.

—No olvides cariño que hoy iremos a la consulta.— informó mientras me ofrecia un plato de fruta y un jugo.

—Esta bien, pero yo me siento bien.— mentí, de hecho últimamente me eh estado sintiendo muy cansada y las piernas me dolían demasiado.

Después del desayuno me levante de la mesa y fui a la escuela, mi respiración era agitada. Sentía como mi corazón se iba a salir de mi pecho, hice el mayor esfuerzo para llegar, me sentí casi sin poder respirar.

Pude haber tomado el transporte, pero me era más fácil caminar.

—Diego es el chico más popular y le puso el cuerno a su novia.—

—¡Que horror! Y tan reservado que se miraba.—

Rumoreaban por todo el instituto, estaba desconcertada pero me di cuenta al instante en que visualice en el muro de noticias de la escuela la primicia que decía:

"El estudiante más popular "Diego Fuentes" tuvo un amorío con una estudiante de este instituto. Lo que nos lleva a preguntarnos, ¿En realidad le fue infiel a su novia Rose Bruckyn? O ¿Solo fue un chisme?"

Al leer esas palabras se me heló el cuerpo.

—¿Pero qué?— me interrogue a mi misma al no poder creer lo que acababa de leer.

Me alejé como pude, me escabulli detrás de un grupo de chicas que iban casi en mi misma dirección.

—Todos dicen, bueno es un rumor aún nadie sabe. Creen que la otra es su mejor amiga.— decían un grupo de chicas.

—La cuestión es que esto aumenta las posibilidades de salir con él, nadie le habla por que creen que está un poco rarito.— mustio la chica sin ningún descaro.

—¡Diego no es un raro!— grité casi exaltada. —Digo, no deberían de hablar a espaldas de nadie. Ni siquiera lo conocen.— me arrepentí de haber dicho algo.

—¿Y tu lo conoces?—

Asentí con un poco de pena, pero ese fue mi error. De inmediato me acorralaron contra la pared viendo mi cara de preocupación y angustia.

—Así que tú eres la otra, ¿Se acostaron?— mustio una de las cinco chicas de ese grupito de amigas.

—¿Qué? Yo... yo no...— mis mejillas se tornaron a un color rosado.

—Dinos, ¿Te hizo el amor?— empezó a mencionar la otra chica. —Sin miedo, solo dinos te encanto o algo así.—

—Diego es un caballero, el jamás se aprovecharía de una chica y menos cuando el respeta a su novia.— dije algo agobiada mientras evitaba mirarlas. —Y si yo... y si yo pudiera estar con él... no lo estaría divulgando  por cualquier lado.—

—Pues los rumores dicen otra cosa.—

—¿Les importa? Que yo sepa no tengo porque dar explicaciones y mucho menos a ustedes.— Mencionó aquella voz que tanto había oído que la conocía tan bien, al levantar mi mirada me tope con sus ojos oscuros. —Si tanto quieren saber si le fui infiel a Rose, la respuesta es muy sencilla.—