Parte 15 Eres real.

1.8K 127 14
                                    

Milk.

Pude encontrar ese viejo lugar en donde salía escapar cada vez que Goku me sacaba de mis casillas. Instale todo rápidamente suspirando tranquila al fin teniendo un poco de paz. No recordaba lo hermoso que era ese lugar. Una pequeña cascada y árboles que rodeaban el pequeño sendero del lugar. Ya llevaba una noche hay sin poder dormir. Me quite el traje de sayayin y me metí al arroyo. No me importaba si alguien me veía desnuda ahora eras mas fuerte, además quien demonios pasaría por ese lugar a mitad de la noche. Me sumergí completamente tratando de no pensar. Al salir me toque el cabello largo y lacio recordando que Goku le fascinaba. De tan solo recortarlo tome un cuchillo que había empacado y lo corte de mala gana por los hombros. Tome la larga melena en mis manos y la tire al suelo furiosa, sollozando. Busque en el bulto algo de ropa una camisilla negra y unos pantalones largos del mismo color. Sentándome frente a la fogata sin parar de llorar. En ese momento sentí un ki conocido cerca del lugar. Se parecía mucho al de Goku, me levante asustada no quería que mi esposo me encontrara. Me quede alerta tratando de buscar de quien se trataba cuando vi una silueta conocías metida dentro de los árboles. Al parecer Goku me había encontrado ese cabello negro y alborotado no era difícil de reconocer.

-¿Estas feliz?- le espete mirando la silueta de esta en la oscuridad.- ya puedes salir de tu escondite.-

La silueta comenzó a reír a carcajadas como en son de victoria, cosa que me molesto aun mas.

-Deja de burlarte de mi maldito idiota.- grite enojada creando una bola de energía en mis manos sabia que esto no le haría nada a Goku pero al menos tenia la esperanza de al menos hacerle algo de daño.

-¿Tu jamás cambiaras verdad mujer?- dijo este algo divertido.

En ese momento me quede perpleja ¿mujer? Solo había dos personas que me decía asi. Uno de ellos era Vegeta y el otro era....Trague lentamente sin poder moverme me sentía paralizada con muchos sentimiento encontrados. La silueta salia de la oscuridad mostrando su rostro, con las manos en los bolsillos. Este tralla un gabán puesto negro sin corbata sonriendo macabramente, con esa mirada penetrante que conocía muy bien.

-Turles...- comencé a punto de desmayarme.

-Por lo que veo ya me sabes reconocer.- observo este sonriendo acercándose a mi con lentitud.

¿Cómo demonios estaba hay vivo frente de mi? ¿y por que el gabán? Me acerque a esta impresionada como hielo acercando mi mano hacia su rostro para ver si era solo producto de mi imaginación. Al tocarlo este suspiro serrando sus ojos mordiendo sus labios sintiendo mi calor.

-¿Eres real?- pregunte casi con ganas de llorar sin dejar de tocar su rostro.

Este curvo una sonrisa tomando mi mano fuertemente, la olio determinadamente tomándome por la cintura. Ya sabia que venia a continuación trate de relajarme lo mas que pude para que no me doliera tanto serrando mis ojos. Este le encantaba pegarme antes de besarme o violarme era ya la costumbre. Al ver mi reacción este rió vagamente. Me tomo por el mentó con suavidad.

-Ya no te voy a golpear mujer.- dijo este sonriendo.- ya no mas.-

Me quede sorprendida por su reacción. Me quede mirándolo tratando de comprender el por que estaba vivo si yo misma lo había matado. Una gran parte de mi se sentía aliviada al verlo vivo y otra parte sentía temor de lo que este podía hacer. Este sonrió aun mas como si pudiera leer mi mente. Se acerco a mi lamiéndome el cuello como solía hacer llegando hacia mis labios con sus dedos abrió mi boca de mala gana, lamiendo mis labios asta penetrarme con su lengua. Con Turles no valía la pena pelear si lo hacia este se excitaría mas y me haría cosas terribles. Le devolví el beso sin darme de cuenta de lo que hacia. Creo que había una parte de mi que extrañaba esos golpes y ese trato rudo que el me daba. La parte maligna sayayin que trataba de esconder dentro de mi. Este comenzó a gemir desesperado tratando de subir mi camisa. Comencé a asustarme mas de mi misma que de Turles separándome de el rápidamente.

La pasión de Milk. Parte IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora