Capítulo 31

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Cuatro días han transcurrido desde que lo vi por ultima vez. El veinte por ciento de mi estado de animo estaba feliz por que no sufriría con su partida, tomaría esto como un sueño, como algo hermoso en una etapa de mi vida y seguiría el mismo curso de vida que he llevado estos últimos meses. El otro ochenta por ciento estaba con la melancolía de saber que no me había  llamado, ni siquiera  un texto. La tristeza me invadía por el hecho de que al que considero el amor de mi vida se iría y me dejará una vez mas  con recuerdos dolorosos y dichosos a la vez.

Solo unos minutos para que el instituto cerrara sus puertas hasta el año nuevo. Estaba ansiosa por salir ¿ya les había  dicho lo mucho que odiaba el instituto?. Me encontraba en clases de matemáticas, mi peor pesadilla. Miraba el reloj constantemente, pidiendo que las agujas de este marcaran la hora de salida, quiero salir de este lugar mas que inmediato. 

-Vamos por un helado - dice Salome jalandome del brazo hacia la salida - ¿aun estas castigada?

-No, la visita de Daniels a mi casa le hizo bien a mi madre, me quito el injusto castigo 

-Ya veo que a tu mama le callo super bien Daniels - Fer  ríe - chicas lo siento, pero hoy saldré con Nicolas, no las podre acompañar - Salomé hace un puchero 

-¡Oh vamos!. Como el amor transforma a mis amigas - se escucha una bocina , Salomé y yo volteamos hacia  Fer a esta se le dibuja una ancha sonrisa en su rostro 

-Me buscan, nos vemos luego - se despide y camina a pasos rápidos al auto que la esperaba en la acera de al frente 

-¡Usa condón! - grita Salomé en tono burlón 

-Salomé por dios - le doy un leve golpe en el brazo 

-Solo las cuido de un resbalón - esta se encoge de hombros y  ríe

-Deja eso y vamos por el helado 

-¡Vamos!

Nos encaminamos hacia la heladería platicando de cosas sin importancia, ropa, música  y esos temas en general 

-¿De que lo quieres? - me pregunta Salo al llegar a la heladería 

-Frutos del bosque y pie de limón 

Espero afuera mientras Salomé  pide los conos, la heladería estaba hasta el tope. Cinco minutos después esta sale con los conos en manos

-¿Ahora a donde vamos? - pregunta 

-Vamos a ver una película en mi casa 

-¡Vale!

Al llegar a casa, esta se encontraba sola como de costumbre. Busco unas películas que había comprado la semana pasada para entretenerme mientras cumplía mi sentencia del castigo. Salome hizo las palomitas, subimos a mi habitación y nos encontrábamos debatiendo de cual película ver.

-Voto por las dos, se ven interesantes  - dice Salomé con un puchero. Se le daba muy bien esto de los pucheros y caritas de perros aplastados.

-Primero veamos la chica de la capa roja y después las ventajas de ser marginado 

-Como digas - responde Salomé con una sonrisa - no importa el orden, solo quiero ver las dos

Me encontraba sumergida en la historia que relataban los personajes de esas películas que no note la ausencia de Salomé hasta que escuche el estruendoso sonido de la puerta abrirse y cerrarse. Salí de prisa a ver que pasaba ¿por que Salomé se iría sin decirme nada? ¿tan aburrida le parecía la película?.Iba a salir para ver a donde se dirija o para preguntarle ¿si le pasaba algo?. Antes  de girar la perilla de la puerta de entrada, siento unos brazos enredarse en mi cintura. Me sobresalto al sentirlos, pero en una milésima de segundos reconozco quien era el causante de la ida de Salomé

-¿Que haces aquí? - digo después de un momento de silencio, una  sonrisa de felicidad se dibuja en mi rostro, al tenerlo allí, tan cerca de mi

-Solo quería...  verte - responde y me da la vuelta posicionandome en frente de él, quedando así con poco espacio  para que nuestros labios se unieran y nos  fundiéramos en un maravilloso beso. Era increíble como cada vez que él se encontraba junto a mi, todo a mi alrededor se esfumaba, solo pensaba en él y en lo que seria por él, me olvidaba del dolor que quería evitar, de lo que vendría después de que se fuera - ¡di que si! - suelta después de un silencio

-¿De que hablas? - pregunto algo confundida ante lo dicho

-Dime que si - este sonríe y pega su frente a la mía - solo dilo 

-No lo diré hasta que me digas a que le tengo que decir que si - ruedo los ojos y río - no aceptaré a ciegas

-Di que si quieres ser mía

Mi corazón empieza a latir mas rápido de lo que ya latia cuando me encontraba junto a él, no sabia que decir, mis nervios aumentaron y aun mi consiente no procesaba lo dicho por Daniels ¿podría ser mas perfecto?

-Solo piensa en él ahora Carolay

Y tenia toda y la absoluta razón, tenia que ser feliz y él es mi felicidad. ¿pero cuando este se valla y me deje aquí sola, de nuevo? no podría.. . Baje mi vista al suelo ¿por que tenia que ser tan difícil? ¿por que?. Suspiro y levanto mi vista hacia esos ojos negros que tanto me encantaba observar. Enredo mis brazos en su cuello y lo atraigo hacia mis labios, sus labios quedaron unidos a los míos formando así un momento especial . Una parte de mi estaba asustada por lo que vendría después y otra estaba saltando de felicidad al tenerlo allí así, juntos al fin.

-Tengo miedo - digo al separarnos para tomar un poco de aire 

-No lo tengas - este me sonríe 

-Solo es un mes y ya te tendrás que volver a San Francisco. Tu nueva vida está allí - y ahí estaba otra vez la parte negativa y realista de mi - no se si esta bien que acepte

-Lo se. Pero no pienses en ello, muchas parejas están separadas y siguen juntas - y era cierto - ¿ese beso fue un si?

Lo medito unos minutos, arriesgar a que quiebre mi corazón nuevamente. Si, lo deseo para mi y ahora que puedo obtenerlo no dejare pasarlo

-Así es - le respondo con una gran sonrisa y rozo sus labios

-¿Quieres hacer algo? - le pregunto - ya levantaron mi castigo

Daniels ríe y me da un beso en la frente

-Lo se, yo hable con la Sra. Cassandra para que te  lo levantara 

-¿Tu hiciste que? - le pregunto algo asombrada ante su gran confesión 

-De nada por haberte ayudado - rió - me encantan las niñas juiciosas como tu - este toca mi nariz con su dedo índice

-No soy para nada juiciosa desde un tiempo para acá 

-Aun lo eres. Solo experimentas mi estilo de vida - me encogo de hombros y niego con la cabeza algo avergonzada - no te averguenses, yo también lo haría si me hubieran roto el corazón, lo hiciera si estuviera enamorado 

Todo rasgo de alegría se esfumo ante sus palabras ¿había escuchado bien?.  Con esto lo confirmaba, mis sentimientos son mas fuertes que los de él y si solo soy un deseo para él, solo eso un simple deseo. Pero no me importa, lo tengo para mi y con eso soy feliz, aunque a una parte de mi le duela saber lo que en realidad soy para él.

-Lo deje de hacer por que no quiero que me vuelvan a lastimar como ya lo han hecho - respondo en un susurró

Cuando tu me ames ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora