Ran miró confundida y divertida el molesto rostro de Conan, quien estaba esperando saber sobre ese tal Takeda-kun y el motivo por el que ella le había preparado un chocolate.
-Conan-kun, en el desayuno te decía que hace poco más de un mes llegó un nuevo alumno a nuestro salón llamado Takeda Taicho y no pude avisarte porque ultimamente pasabas mucho tiempo con el profesor- le explicaba la chica agachándose para ver al niño a los ojos.
-Ahh, bueno es que el profesor ha estado haciendo nuevos juegos y nos pide que le ayudemos- reía el niño pensando que efectivamente había pasado más tiempo en el laboratorio intentando encontrar el antídoto, que en la agencia.
- Pero por qué le llevas un chocolate a ese chico nuevo, ¿acaso te gusta?- las últimas palabras del pequeño se sintieron sinceras.
Sonoko no pudo evitar contener su curiosidad, asi que lentamente se acercó a Conan colocándose a su altura.
-Estas celoso o acaso deseas avisarle a ese tonto detective que Ran esta saliendo con otro- miraba con recelo al niño, quien estaba con el ceño fruncido.
-Sonoko, no le digas esas cosas- exclamaba molesta la castaña.
-Conan-kun no pienses así, Takeda-kun es un chico nuevo y ha estado solo desde entonces, no habla con nadie y parece que es muy tímido, por eso hice un chocolate para él, que representa un simbolo de la amistad- de su bolsillo la castaña sacó una cajita, la cual abrió y se la enseñó a Conan.
- Es un cuadrado de chocolate- dijo el niño.
-Este es para Shinichi- sacó otra cajita similar con la diferencia que tenía forma de corazón, lo que hizo sonrojar al muchacho.
-Oye Ran, por qué le das tantas explicaciones a este niño- rezongaba Sonoko.
-Se lo debo, además no me gusta que piense cosas raras de mi- contestaba ella mirando a su amiga.
Así llegaron a casa del profesor.
-Conan-kun, ¿podrías darle el chocolate al profesor para que se lo entregue a Shinichi?- Preguntaba la chica.
-Pero no ibas a mi ca..a la casa de Shinichi-niichan para dejarlo ahí- decia él.
-Recordé que vive por el momento Subaru-san y me daría pena que lo viera-exclamaba ella.
-Esta bien-tomó resignado el chocolate y entró a la casa despidiéndose de ambas chicas.
-Oye Ran, creo que a Takeda-kun le
gustas, desde que entró al salón la primera vez sentí como si estuviera buscando algo con la mirada hasta que te vió y sonrió, además se sentó en el puesto de Shinichi-kun atrás de ti- sonreia con picardía.
-No seas tonta Sonoko y vámonos- dijo la castaña tomando del brazo a su amiga y apurando el paso.
-Queeee, porque ese chico se sentó en mi lugar..esto no puedo creerlo- bufó Conan molesto al escuchar las palabras de Sonoko.
