**Narra Ran*
Acabo de hablar con Conan-kun y siempre que termino de colgar tengo una extraña sensación, a veces pienso que ese niño es muy maduro para su edad, otras tantas como hoy solo lo veo como uno normal.
Al venir a casa he recibido un mensaje, me puse muy contenta sin saber siquiera quien es el remitente, soy un caso perdido, me miro al espejo y no puedo creer que me haya puesto esta blusa, bueno es preciosa pero un poco escotada, aunque se me ve genial.
El mensaje me cita a un lugar que conozco bien, El acuario de Beika, como olvidarlo, solo con recordarlo me vuelve la nostalgia.
Luego imagino tontamente que me voy juntar con Shinichi en una cita y mi corazón se revoluciona, entonces regreso a la tierra y recuerdo que no lo vi ni siquiera para entregarle el chocolate y nuevamente me pongo triste.
Estoy casi llegando al Acuario y me ha entrado unos nervios increíbles, me detengo pensando que tal vez sea una tontería haber venido vestida así, con mis jeans preferidos azules, la blusa nueva y mi chaqueta azul.
Quiero devolverme a casa, en realidad no sé qué hacer, mejor llamare a Sonoko para preguntarle.
Saco mi móvil y marco esperando que ella conteste de la otra línea.
-Ran, que sucede- me pregunta.
-Sonoko ayúdame a decidir por favor, no sé qué hacer...-le dije y ella quedo en silencio por unos instantes.
-Ran estas bien, te paso algo...dime en que puedo ayudarte- exclamo con preocupación.
-Sí , estoy bien, tranquila, solo que recibí un mensaje de texto a mi móvil cuando volvíamos del instituto, bueno este mensaje no...-- estaba contándole a Sonoko lo que había ocurrido y sentí que el teléfono desaparecía de mis manos.
Me di vuelta rápidamente para ver la cara del ladrón que se atrevió a quitarme mi teléfono cuando me llevo una extraña sorpresa...
-Takeda-Kun- dije atónita.
-Hola, que bueno que viniste- me sonreía dejándome intrigada mientras cortaba el llamado.
Entre tanto en la cocina de casa de Shinichi se llevaba a cabo la reunión con el FBI,
-Que tan seguro estamos que este sea un mensaje real- preguntaba Akai
-Es que el mensaje no tiene otro fin más que alertarnos de lo que podría venir- respondía Conan.
-Tienes razón, cuál sería el motivo de mandarnos falsos nombres, ellos no trabajan así- decía Jodie.
-Entonces debemos avisar a nuestro jefe- exclamaba Camel.
- No estoy seguro si es real o no, pero debemos estar preparados- exclamo Conan.
De pronto se siente que la puerta de la casa se abre de par en par, todos exaltados se levantan y se acercan a la entrada en silencio, los agentes tenían preparadas sus armas para disparar.
-Kudo...Kudo estas aquí...- gritó una voz varonil que el pequeño niño reconoció enseguida
-Está bien, tranquilos, es un amigo- sonrió Conan a los policías para que bajaran sus armas y se calmaran.
-Hattori, que haces aquí- se preguntaba un poco molesto por la intromisión de su amigo sin aviso.
-Bueno el anciano me llamó y me contó que la pequeña niña científica estaba en peligro- respondió sonriente mientras se agachaba para molestar al niño.
- el Profesor siempre hablando demás- pensaba el niño.
-Ya recibiste tu chocolate de San Valentín...supongo que esa chica de la agencia hizo uno especial para ti...anda cuéntame - le decía mientras revolvía su pelo.