** En el laboratorio**
Conan corría a la casa del profesor Agasa cuando sintió que llamaban, dio vuelta su cabeza rápidamente pero no había nadie, sabía que la voz era de ella, de su amiga y amor de infancia, quien estaba presuntamente en peligro y debía rescatarla cuanto antes.
-Profesor donde esta Haibara- grito el niño apenas entro a la casa.
-Shinichi que sucede... Haibara está en el laboratorio- le preguntaba preocupado el profesor.
-La organización nos ha descubierto, saben nuestras identidades y lo más seguro es que muy pronto estén aquí- exclamo eufórico. -Además parece que han atrapado a Ran-grito enfadado caminando hasta el laboratorio. El profesor quedo impactado.
-Agasa, quiero que vayas de camping con los niños porque no quiero que los lastimen, debes quedarte unos días por allá y llévate a Haibara contigo, no quiero que corran riesgos- exclamo duramente abriendo la puerta que daba al laboratorio cuando aparece ella.
-No me iré a ninguna parte- dijo la pequeña científica.
-¿Estás loca?, debes irte antes que nos encuentren- grito Conan.
-No me iré, ya no pienso seguir escondiéndome... por eso Kudo lucharemos juntos- respondio más tranquila dándole una sonrisa tranquilizadora al niño, dejándolo sorprendido y en silencio.
-Claro que Agasa debe irse y llevar a los niños, ellos no tienen nada que hacer aquí-dijo con tono reprobador.
-Bueno entonces debemos ir a la oficina de la policía metropolitana, están esperándonos allá- dijo mientras salía de la casa.
-Kudo... antes de irte necesito que vengas un momento, tengo que entregarte algo por lo que has trabajado mucho últimamente- sonrió Haibara mientras le agarraba de la mano para llevarlo de vuelta al laboratorio.
-Toma... es el definitivo...no lo pierdas que no hare más- estiro la mano del niño dándole una pastilla. Conan estaba tan impresionado que no podía articular palabras.
-Con un gracias hubiera bastado...ahora vámonos- dijo la niña saliendo del laboratorio pero antes de caminar Conan le dio un abrazo de felicidad, que la dejo helada y sonrojada a la vez.
-Gracias Haibara...no puedo creer que al fin tengamos el antídoto, después de dos años podré volver a ser Shinichi Kudo- gritaba de emoción.
-Sí, si... ahora podemos irnos- exclamó intentando soltarse del agarre.
-Claro... ahora estoy seguro que podremos destruir a la organización...vámonos- gritó mientras su corazón y mente estaban en otra parte...*Ran... Espérame* pensaba el niño mientras se dirigía a toda velocidad en su patineta con Haibara hacia la prefactura de policía.
Antes claro pasaron por casa de Shinichi a buscar ropa, mientras salía recordó que la caja con el chocolate que le regalo Ran aún estaba ahí, la tomo y la guardo en su bolsillo con cariño.
Habían llegado al Departamento de Policía Metropolitana. Estaban solicitando una reunión de todos los representantes de cada distrito en Japón.
-Conan-kun, Hattori-kun, ¿qué es esta reunión?- Preguntaba curioso el inspector Megure, jefe de la división en el distrito donde vive Conan. De un momento a otro toda la habitación estaba repleta de policías.
Dado que la reunión se realizó sorpresivamente, la mayoría de las personas estaban apresuradas en saber qué información era tan importante para ellos que debían dejar el trabajo que estaban haciendo.
Sin embargo, con la aparición de unos agentes del FBI les causó más curiosidad y dejaron a la mayoría de los presentes silenciosos.
-Antes de empezar la reunión, voy a advertir que la información aquí es muy confidencial y por lo tanto está prohibido que se filtre de cualquier manera al exterior ¿Entendido?- El tono autoritario de Conan fue suficiente para silenciar a toda la habitación.
Por otro lado, la mayoría de los asistentes tenían el mismo pensamiento: ¿Qué tipo de información es tan altamente clasificada y cómo este niño puede conocer algo tan importante?
-Para ser breve, hay una organización en Japón que ha cometido muchos delitos como el robo, el mercado negro, y asesinato...nos referimos a esta organización como la Organización De Los Hombres De Negro....esta organización están catalogados como los criminales del siglo, pocos conocen la existencia de esta organización ya que son muy discretos y no dejan huellas, son asesinos a sangre fría y matarían sin dudarlo a cualquiera que descubra su identidad...ellos son capaces de arruinar la vida de las personas sin pensarlo y sin rastro de arrepentimiento o culpa, de esto han muerto agentes infiltrados del FBI intentando desentrañar y derrocarlos, lo que aún no hemos conseguido- Toda la habitación en un momento se alteró mientras continuaban oyendo explicar a Conan.
-¿Cómo es que un niño podría saber acerca de una organización como esta?- todos los policías gritaron al mismo tiempo.
*Kudo... * pensaba Hattori entendiendo que para hacer que todos creyeran su versión debía sacar la máscara que llevaba puesta.
-Porque ellos me tienen en la mira, soy un sobreviviente- exclamó el pequeño dejando a la audiencia desconcertada.
-¿Pero porque una organización tan siniestra estaría tras un niño? - se preguntaban la mayoría de los policías asistentes, haciendo que se formara nuevamente un alboroto.
-Por favor, continúa, Conan-kun- solicitaba el Superintendente Matsumoto, jefe de la zona y superior de Megure.
-Necesitamos que la policía japonesa con la ayuda del FBI, formemos un plan para destruir esta organización. Pero no somos los únicos que participarán en este acontecimiento. También estará la CIA, Interpol, y algunos otros-dijo Conan.
-¿La CIA sabe de esto también?- Megure levantó una ceja,
Uno de sus agentes pasó a ser un espía encubierto a quien descubrimos.
Todas las mandíbulas de los ocupantes de la sala cayeron ruidosamente, no podían creer lo que acababan de oír. En la realidad ¿podría un niño luchar contra una organización cruel y haber descubierto un espía secreto de la CIA en el proceso?, era increíble.
-¿Y?... ¿Acaso aceptará las consecuencias de batallar contra esta organización Negra?- Pregunto Conan mientras el Superintendente Matsumoto colocaba una mano en la barbilla y pensaba por un momento.
-Claro...pero con una condición- Levantó un dedo y continuó-Tienes que darme una explicación a fondo y más detallada acerca de todo este suceso extraño, por supuesto, también sobre la organización y de ti- Exclamó el hombre.
- Tienes un trato, Superintendente - El niño y el hombre se estrecharon la mano mirandose fijamente y volvieron a su asiento.
***agradezco los comentarios... pronto subire otro capitulo... gracias además por leer... un abrazo*****
