¿¡AMOR ENTRE MAFIOSOS !?

Cap 28

Con la situación con MD aparentemente bajo control, Fluke sintió que podían enfocarse en reforzar la seguridad. Se giró hacia Laila y Prem, su tono firme pero relajado.

—Bien, ya que tenemos algo de ventaja, vamos a aprovecharla. Laila, revisa que no haya puntos débiles en este almacén. No quiero que MD encuentre una manera de salir.

—¡Entendido! —respondió Laila con entusiasmo, dándole un pequeño golpe en el brazo a Prem antes de dirigirse a inspeccionar las paredes y ventanas—. Aunque no sé por qué tanto alboroto, dudo que MD tenga la habilidad para escaparse de aquí.

Prem sonrió, siguiéndola con la mirada. —Nunca subestimes a tu enemigo y menos si este es un hombre desesperado por su familia.

Boun y Kao entraron en el almacén poco después, listos para ayudar.

—Así que todo salió bien con MD —comentó Boun, cruzándose de brazos—. ¿Crees que realmente se quedará tranquilo o solo estamos ganando tiempo?

Fluke suspiró. —Estamos ganando tiempo, pero eso es mejor que nada. Ahora lo importante es que si llega a sospechar de algo más, no tenga oportunidad de actuar.

—Entonces más vale que este lugar sea a prueba de escapes —dijo Kao, inspeccionando el techo con curiosidad—. ¿Planean dejarlo aquí por mucho tiempo?

—Dependerá de cómo evolucione la situación —respondió Fluke, con tono pensativo—. Pero mientras lo tengamos controlado, podremos pensar mejor en nuestro próximo paso.

Laila regresó tras revisar el perímetro. —No encontré nada que pueda usar para escapar, pero por si acaso, podríamos reforzar las cerraduras y añadir vigilancia extra.

—Buena idea —dijo Fluke, asintiendo—. También pondremos una rotación de guardias. No quiero que nadie se relaje demasiado.

Ohm, que había estado en silencio hasta ahora, finalmente habló. —¿Y qué pasa si MD intenta jugar con nuestra paciencia? Sabemos que sigue siendo un riesgo.

Fluke lo miró fijamente. —Si lo hace, tomaremos medidas más drásticas.

La respuesta dejó en claro que Fluke no estaba dispuesto a correr ningún riesgo. Sus hermanos y prometidos intercambiaron miradas, entendiendo que la situación aún no estaba completamente resuelta.

—Por ahora, terminemos con esto —dijo Fluke, mirando a su alrededor—. Cuanto antes tengamos listo el almacén, antes podremos enfocarnos en lo que sigue.

Con esa orden, todos se pusieron manos a la obra. Mientras trabajaban, Fluke observó a su familia. A pesar de la seriedad del asunto, sentía que estaban más unidos que nunca. Sabía que la tormenta aún no había pasado, pero con ellos a su lado, estaba seguro de que podrían superarlo.