MAGNETISMO - Joe Jonas

CAPÍTULO 23: La rueda de prensa

El ruido de la sala de prensa era un recordatorio constante de la vida que había elegido. La luz de los flashes me cegaba por momentos, y los murmullos expectantes de los periodistas me hacían sentir como si estuviera en un escenario. Solo que esta vez, no se trataba de música, sino de respuestas. 

Mi primer proyecto en solitario era el tema de la tarde, pero mi mente estaba en otra parte.

Cuando llegué pude ver la lista de las personas que iban a estar dando entrevistas el día de hoy, éramos varios, por distintos proyectos y para distintos medios de comunicación.

Sabía que Sophie estaba en la siguiente sala, esperando para su propia entrevista. 

No la había visto desde aquel momento incómodo en mi casa, cuando su intento de provocación se había extendido hasta Carla. Había decidido ignorarlo, estaba en un buen lugar con Carla, ella ya parecía haberlo olvidado y decidí que no debía indagar más en aquella situación que Sophie hizo con intención. Pero eso no significaba que lo hubiera olvidado.

Antes de que mi rueda de prensa comenzara, decidí salir a tomar aire, en ese momento, recibí un mensaje de Carla: "Éxito hoy :)" era un mensaje sencillo, pero me hizo sentir apreciado, tal vez ella estaba muy ocupada haciendo mil cosas, pero dentro de todo, encontró un segundo para que yo pudiera sentirla presente desde la distancia.

—Hey, Joe.

La voz de Sophie retumbó en mis oídos, sacándome inmediatamente de mis pensamientos, subí la mirada y la vi.

Estaba ahí, frente a mí, con una sonrisa casual, como si todo estuviera bien. Como si nada hubiera pasado.

Asentí con un gesto de la cabeza, sin ganas de extender la conversación, pero ella no se inmutó.

—Quería hablar sobre las niñas —continuó, bajando un poco la voz—. Si quieres, puedo tenerlas unos días más mientras resuelves lo que tengas que resolver.

Lo consideré. Me venía bien algo de espacio para manejar mis asuntos sin afectar su rutina. Asentí otra vez, esta vez con más intención.

—Sí, eso estaría bien. Te lo agradezco.

Hubo una pausa incómoda, el tipo de silencio que se siente cuando dos personas que solían conocerse demasiado ahora no saben cómo hablarse. Sophie me miró con algo en los ojos que no supe descifrar hasta que la vi enderezarse levemente, ella se estaba preparando para dar un golpe, pero yo no estaba listo para recibirlo.

—He estado pensando, Joe.... Quizá podríamos intentarlo otra vez. —Se acercó más a mi.

La frase cayó sobre mí como una piedra, pesada, hundiéndose en lo profundo de mis pensamientos antes de que pudiera reaccionar. Noté cómo su postura cambió sutilmente cuando un par de cámaras se giraron en nuestra dirección. Entendí en ese momento que no era solo una conversación privada, sino una jugada más.

Me alejé casi de inmediato, con una incomodidad visible que no me preocupé en ocultar.

—Nos vemos, Sophie.

No esperé su respuesta. Me fui antes de darle la oportunidad de hacerme dudar, de sembrar cualquier tipo de confusión. Lo que teníamos ya no existía. No había vuelta atrás.

Respiré hondo y sonreí cuando el moderador de la conferencia anunció mi presencia. Me senté frente a la prensa y respondí cada pregunta con el profesionalismo y gracia que me caracteriza, hablando sobre la emoción que sentía con este nuevo proyecto, la dirección artística que había tomado y los desafíos de estar solo en el escenario. Todo iba bien hasta que escuché su nombre en una pregunta.