Quimio

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En las buenas y en las malas, tu y yo, inseparables.

Llego a casa y abro la puerta, pensando que la muerte podría estar detrás de ella. A partir de ahora la muerte me espera en cualquier pequeño rincón del mundo, puede aparecer cuando quiera y puede hacerme desaparecer cuando quiera. Y aun recuerdo...ese extraño sueño antes de despertar en el hospital. Paula tan guapa en bikini, dicen que cuando vas a morir ves el momento mas feliz de tu vida. Conocer a Paula ha sido lo mas grande que me ha pasado nunca, quiza por eso soñe con ella, porque estube a punto de morir.
-Alex.-Una voz familiar me despierta. Johnny a entrado en casa. ¿Cuánto tiempo llevo inmerso en mis pensamientos?
-¿Cómo estás tio?-Me dice chocandome la mano.
-Emocionado, no uno está a punto de morir todos los días. -Le digo sonriendo. No quiero dar pena, no quiero que nadie se preocupe por mi, así que me tomaré esto con humor, como siempre he hecho. Yo no le tengo miedo a la muerte.
-Oye...mañana tienes tu primera sesion de quimioterapia, a partir de ahora no podras ver el mundo desde arriba subiendote a los edificios. ¿Te vienes está noche a subirnos por los viejos tiempos?-Dice Johnny estrechandome la mano.
Me río y le doy un golpe en la mano rechazandosela.
-Johnny, la quimio me da igual, aunque se me caigan algunos pelos no voy a dejar de escalar con vosotros.
Ambos salimos por la puerta y recorremos las calles. Hemos quedado en una heladería con Elliot. Johnny me trata como si fuera alguien devil...odio eso.
Me encuentro con Elliot en la heladería.
-Hola tío.¿Cómo estás?
-Bien.-Miento.
-Esperadme un momento.-Dice Elliot entrando en la heladería.
A los dos minutos viene con dos helados.
-Toma, para ti.
Le miro con furia y le golpeo en la mano lanzando el helado por los aires.
-¡Parad! Dejad de tratarme como alguien devil, dejad de tener pena de mi joder.
-Pero tío...estas enfermo.-Dice Elliot.
-Apuesto a que puedo ganaros a los dos en una pelea.-Le doy un fuerte puñetazo.-Saldré de esta, pero si no salgo, prefiero morir en lo alto de un edificio mirando al Sol y sintiendome el rey del mundo que en una cama empapado de quimio.
Elliot sonríe.-Tienes razón. Vamos para arriba.
-¿Adónde vamos hoy?-Pregunta Johnny.
-Subiremos una catedral.
Empiezo a subir los salientes de una catedral barroca, pisandole las cabezas a esas estatuas de santos.
Bum.
No, ahora no.
Mi corazón me golpea de nuevo.
Resbalo y caigo.Me quedo colgando de dos manos, mientras Elliot y Johnny me miran con una sonrisa.
-Tu puedes. -Dice Elliot. Me impulsan hacia arriba y llego a la cima.
Estoy pisando la casa de Dios, debo sentirme poderoso.

Hoy es mi primera sesión de quimio. Paula esta acompañandome junto a mi madre en la sala de espera.
-Bueno...voy a tomarme un café, ahora vuelvo.-Dice mi madre.
Cuando se va miro a los preciosos ojos color caramelo de esta chica.
-Por fin se ha ido.-Le digo intentando sonreir.
-Si...-Dice imitandome.
-Yo...entiendo si no quieres estar conmigo y...
-Shhhh.-Me dice poniéndome un dedo en los labios.-Te quiero, te quiero muchisimo y no pienso abandonarte.
Me sonrie de esa manera tan encantadora y hace que yo también sonría.
-Yo también te quiero.
-En las buenas y en las malas, tu y yo, inseparables.

CáncerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora