The Changed Destiny

Duelo Contra Un Hada

—No lo entiendes James, voy a salir en una bolsa para cadáveres de ese duelo.

James estaba sentado en su cama, con la espalda contra la cabecera de su cama mientras miraba a Morgie caminar de un lado a otro por la habitación.

—Yo sigo creyendo qué exageras.

—Voy a enfrentarme a Maléfica, ¡Maléfica! —Morgie alzó ambas manos, exasperado—. No tengo oportunidad.

—¿Tan poco confías en ti mismo? —Preguntó James, cerrando el libro que había estado leyendo.

—No es que no confíe en mi, solo que… —Morgie calló y fue a tirarse a su cama.

—¿”Solo que”, Morgie? —James preguntó, mirando a Morgie, quien volteaba la cabeza sobre su almohada para ver a James.

—Maléfica me da miedo —Morgie terminó confesando.

—¿Miedo? —James preguntó, frunciendo el ceño—. ¿Te estas escuchando Morgie? ¿Le tienes miedo a tu amiga?

—No lo tomes a mal, quiero a Maléfica, pero cuando se trata sobre magia… —Morgie soltó un suspiro—. Es totalmente diferente, ella lanza maldiciones, ¿tienes idea de lo que es eso?

—Morgs, no se si lo has notado, pero yo no se nada sobre magia —El joven pirata habló con sarcasmo, alzando una ceja.

—Las maldiciones a diferencia de los hechizos y encantamientos son pura magia negra, Maléfica la manipula como ninguna y yo… Bueno, conozco uno que otro maleficio, pero nada se compara a lo que se que ella hace —El joven hechicero dijo, acostándose boca arriba y dejando sus manos entrelazadas sobre su abdomen.

—Por dios Morgie —James se quejó mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar a la cama de Morgie. Sin avisar, se tumbó al lado de Morgie, haciéndolo moverse contra la pared porque ambos no cabían del todo en la misma cama—, tu apellido es le Fay, tu madre es Morgana le Fay, una de las hechiceras más poderosas de la historia, la reina de Avalon, Morgie eres literalmente un príncipe mágico.

—No soy un príncipe —Morgie susurró, bajando sus manos a sus costados.

James bufó, rodando los ojos mientras se miraba Morgie directamente. También bajó su mano a su costado.

Morgie sintió que sus dedos meñiques se rozaban por el pequeño espacio de la cama para dos personas. Sus mejillas se sonrojaron levemente.

—¿De verdad vamos a discutir sobre títulos ahora? —James dijo, alzando una ceja con escepticismo—. Puede que no tengas una corona brillante, pero tienes magia, una magia muy fuerte.

Morgie dejó escapar un suspiro pesado, mirando fijamente al techo.

—Eso suena bien en teoría, pero no soy mi madre, James. No tengo su experiencia ni su fuerza.

—¿Y crees que Maléfica comenzó siendo la hechicera que es ahora? —James preguntó, incorporándose un poco—. La he visto leer hasta que sus ojos no pueden más, la he visto enojarse consigo misma y créeme, la he James insultar libros más de lo necesario, puedes aprovechar esa ventaja.

—¿Ventaja? —Repitió Morgie, arqueando una ceja mientras lo miraba.

James asintió con una sonrisa en sus labios.

—La magia es mucho más natural en ti —El pirata dijo—, algo sobre qué la magia te obedece o algo así habías dicho.

Morgie se callo durante un momento, no creía que James recordara todo lo que le platicó sobre su magia por casi dos horas y media cuando recién se conocieron.