Filofobia.

¿Novios?

Ed, Edd y Eddy son propiedad de Danny Antonucci.

Nathan Goldberg (lo amo) es propiedad de c2ndy2c1d

Esta historia es mía para ustedes.

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Domingo en la mañana. La alarma sonó a las 7:00 am y retumbo en los oídos de Edd. Abrió sus azules ojos con pesadez, se sentía descansado.

Apago el aparato y se sentó en su enorme y acolchada cama, estiro sus brazos mientras bostezaba profundamente. Tal vez la mayoría de las personas dormían hasta después del mediodía en domingo, pero para Edd su idea de empezar un buen día era desde temprano. No salía ni se desvelaba, así que su sueño no era afectado.

Salió de su habitación y bajo las escaleras, no sin antes ponerse su gorro negro, ese día tenía ganas de consentir a sus padres preparándoles el desayuno, sería muy reconfortante ver sus rostros cuando bajaran al ver tan lindo detalle. Pero claro, primero tenía que cerciorarse de que estaban en casa.... Simplemente con mirar por la ventana lo sabría.

Así lo hizo, deslizo las cortinas de la cocina dejando entrar la luz del sol, era una hermosa mañana, pero se decepciono al ver la entrada de su casa vacía. No estaban sus respectivos autos, estaba solo. Triste pero no sorprendido salió a recoger el periódico que diariamente dejaban en su buzón. Recordó con nostalgia la época en la que el mismo entregaba periódicos para comprarse su valioso microscopio y algunos caramelos. Aunque nunca necesito el trabajar para ganarse unos cuantos dólares, solo bastaba con pedírselo a sus padres que para compensar su ausencia lo consentían sin oponerse, pero lastimosamente su hijo no era feliz con regalos.

-Eddward ¿Qué te pasa?-

-¿Ah?- Edd alzo su vista. –Kevin...-

-Te he saludado dos veces, he tenido que venir a pararme frente a ti para que me escuches.-

-Lo siento, estaba distraído. ¡Buenos días!- Le dijo con una enorme sonrisa.

-Si me di cuenta tonto.- Le dijo acercándose a su rostro y besando tiernamente sus labios. –Buenos días.- Edd se sonrojo como siempre y Kevin adoraba hacerlo sentir así.

-Me parece raro verte tan temprano un domingo Kevin.-

-Lo sé, normalmente estaría dormido pero mi padre y yo llevamos su auto al taller, pase a dejarlo a su trabajo.-

-¿Tu padre trabaja todos los días?-

-No, le pidieron que fuera este día, normalmente lo pasamos en familia los fines de semana.- Le dijo algo fastidiado, no era muy interesante hablar de su padre, pero noto cierta tristeza en los ojos de Edd. -¿Estas bien?- Pero Edd no respondió. Estaba perdido en sus pensamientos de nuevo. Hacia tanto que no pasaba un domingo familiar... ¿Por qué sus padre tenían que trabajar tanto?

-¿Perdón decías algo Kevin?-

-Definitivamente estas fuera de este mundo. ¿Por qué estás tan distraído? ¿Tienes sueño?-

-No no yo... lo siento Kevin.-

-¿Qué es lo que te pasa Eddward?- Le dijo tomando su mentón obligándolo a mirarlo a los ojos, y definitivamente su mirada era nostálgica. –Incluso triste tienes los ojos más hermosos que he visto.- Le dijo completamente hipnotizado, causando una hermosa sonrisa en Edd.

-Kevin...- Edd se abalanzo sobre el pelirrojo rodeando su cuello con sus brazos recargando su cabeza entre sus clavículas.

-No te preocupes Eddward, yo estoy aquí.- Le dijo al momento de besarlo en la frente.