Filofobia.

Nueva perspectiva.

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El hospital se encontraba en calma, no había mucho movimiento ni consultas a esa hora. Hacía una hora, atendieron a un chico que había sido impactado en su motocicleta, con un tobillo roto y algunos moretones y raspones, estaba fuera de peligro, descansando en su cuarto.

Kevin abrió sus ojos lentamente, las luces lo cegaban, poco a poco su vista se tornaba clara, estaba en una habitación muy blanca, olía extraño, y él se sentía un poco mareado. Trató de incorporarse pero estaba demasiado débil, solo alcanzó a levantar levemente la cabeza.

-Kevin, que bueno que ya hayas despertado.- Una enfermera que estaba junto a él le habló de forma maternal mientras cambiaba una pequeña bolsa de suero, Kevin se dió cuenta que tenía dicho suero conectado a su brazo izquierdo. Ahora se daba cuenta que estaba en un cuarto de hospital.

-¿Qué paso?- dijo tocando sus sienes apretando los ojos

-Tuviste un accidente en tu motocicleta, ¿no lo recuerdas?-

-Solo... recuerdo unas luces que... venían hacia mi...-

-Un auto te impactó, afortunadamente estas vivo, pero tu tobillo esta roto.-

-¿Qué?- Kevin levantó las sabanas solo para ver su pie izquierdo inmovilizado en un yeso. -Maldita sea...-

-Creo que tuviste mucha suerte, no reniegues de estar completo.-

-No es eso, es solo que...-

-No te preocupes, aun no lo has asimilado. Le diré al doctor que venga a revisarte.- La enfermera salió de la habitación dejando solo a Kevin, el chico miraba a su alrededor ya sentado, las ventanas estaban cerradas y el lugar obviamente estaba muy silencioso, estaba completamente confundido.

-¡Kevin! Que alegría que estés bien.- dijo un sujeto robusto que sonreía al entrar -Eres demasiado afortunado ¿lo sabías?-

-No recuerdo como llegué aquí.-

-Es lógico, perdiste la consciencia desde hace más de 5 horas.-

-¿Qué hora es?-

-Son las 2:15 de la mañana.- dijo al momento de ponerse su estetoscopio y escuchar el corazón de Kevin.

-Es... muy tarde...- dijo Kevin muy confundido

-No te preocupes, tu amigo ya llamó a tus padres, están aquí afuera. Respira.- le puso el aparato en la espalda

-¡Esta frío!- el doctor solo sonrió

-Ahora mira directamente la luz.- le revisaba los ojos ordenando que moviera la vista, para asegurarse que sus reflejos y sentidos estuvieran normales.

-Oiga doc, me dijo que mi amigo llamó a mis padres... no se de quién habla, no sé que pasó.-

-Un auto pasó junto a tu amigo sin hacer alto, chocó tu motocicleta y huyó al creer que estabas muerto. Afortunadamente como ya te dije, tu amigo vio el accidente y llamó a la ambulancia. El corrió a socorrerte, tu moto estaba justo encima de tu pierna, por eso tu tobillo se rompió, por el peso de tu vehículo. Estabas ahí debajo atrapado, él te la quito de encima y se quedó contigo hasta que llegaron los para-médicos.-

-¿Ya se fue?-

-No se ha movido de la sala de espera.-

-¿Podría llamarlo?-

-Por supuesto, enseguida le digo que puede verte.- El doctor salió a buscarlo, Kevin no estaba seguro de quién pudo haberlo salvado, no tenía idea, pero debía agradecerle, aunque eso no era lo suyo. Afortunadamente estaba completo, su pie no lo dejaría jugar, pero eso era lo de menos.