Noche de lluvia.

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Ed, Edd y Eddy son de Danny Antonucci.

Nathan es de c2ndy2c1d

Esta historia es mía para ustedes.

Advertencia: Lemon explícito en este capítulo, aunque no lo considero advertencia bola de pervertidos ;). Los amo bebés.

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El cielo se cubría de grandes y grisáceos nubarrones, una torrencial lluvia comenzaba a cubrir la ciudad, el tintineo de las gotas en las ventanas y los tejados era el único sonido que se producía a las afueras de Cul De Sac. La pequeña Coco jugueteaba con los cabellos naranjas que sobresalían de la gorra de Kevin, que se encontraba sobre su cama, mientras Edd miraba por la ventana con total calma. La luna estaba oculta, dando un ambiente de total oscuridad.

-Se avecina una tormenta. –dijo con semblante serio.

-Me gusta este clima, toda la ciudad entra en paz. –le contestó el pelirrojo que reía con los saltos de Coco.

-Es verdad, las noches son deliciosas cuando llueve.

Kevin puso a Coco en el suelo, le hizo señas a Edd para que se sentara en la cama con él. Al estar frente a frente tomó sus manos y sin dejar de mirar esos azulinos ojos que brillaban con una pureza única, acarició con delicadeza su frente, apartando algunos cabellos negros que su gorra dejaba salir. ¿Por qué siempre usaba esa gorra? Kevin la levantó despacio, Edd rápidamente trató de detenerlo, pero una simple mirada y una ligera sonrisa en el rostro del mayor, lo hizo tranquilizarse al instante. Entonces, así, lentamente la gorra fue retirada hasta estar completamente separada de esa cabeza que siempre la lucía.

Edd estaba avergonzado, cabizbajo y con los ojos cerrados. Solo había permitido que Ed y Eddy vieran lo que se escondía debajo de ese trozo de tela negra que lo acompañaba a todos lados, y ahora ese secreto estaba siendo revelado a otra persona, que para la ansiedad del ojiazul, solo estaba mirándolo en silencio. Una cicatriz, bastante notoria abarcaba justo en el hemisferio derecho de su cráneo, de unos 10 centímetros, que por su tamaño era muy difícil de ocultar bajo el cabello. Estaba a punto de llorar por su impotencia de no poder ocultarla, pero sintió como Kevin lo abrazaba con fuerza. Un beso fue plantado sobre esa horrible marca, para sorpresa de Edd, que no contuvo más sus lágrimas al sentir tan lindo gesto.

-Todos tenemos cicatrices Eddward, pero algunos las tenemos en el interior. –le dijo Kevin en forma de consuelo, Edd abrió sus ojos sorprendido. –Por favor no llores, no me gusta que lo hagas.

-Eso fue... muy lindo Kevin. –le dijo mientras limpiaba sus mejillas. –En serio ¿no te importa?

-Lo único que me importa es tu felicidad. –lo tomó de sus hombros y lo besó con ternura. Edd correspondió el beso tímidamente, él también le quito a Kevin la gorra roja y acaricio su cabello mientras sus labios eran presos de los de Kevin, que sin darle vueltas al asunto lo empujo con delicadeza hasta acostarlo en la cama y quedar justo sobre él. Se miraron a los ojos, Kevin con deseo, Edd con cierto temor, que el mayor notó. – ¿Nervioso nene?

-Yo...

-Tranquilo. –le dijo Kevin mientras volvía a probar sus labios, esta vez más apasionado, Edd se dejó llevar intensificando el beso dejándose guiar por ese chico que tanto le gustaba.

Kevin posó sus manos en la cadera de Edd, poco a poco y sin dejar de besarlo, subió el suéter color café que cubría el torso de Edd, dejándolo con una camisa azul cielo que Kevin no dudó en desabotonar. Uno a uno los botones fueron separados, dejando a la vista del chico de ojos verdes un terso y plano abdomen que subía y bajaba al compás de la respiración de Edd. Kevin bajó el cierre de su suéter naranja, y rápidamente se liberó de su playera negra y arrojó ambas prendas al piso. Edd soltó una risilla nerviosa, que fue callada por un nuevo beso, su piel se erizó al sentir el cálido cuerpo de Kevin sobre el suyo, y aún más cuando su cuello sintió los apasionados besos del atleta, bajando despacio por sus clavículas que debido a su complexión delgada sobresalían desde su pecho hasta sus hombros, y que claro, Kevin acarició con su lengua robándole los primeros suspiros de la tarde.

Filofobia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora