Capítulo 57: Te amo.

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(Narra Spencer)

Es horrible la sensación que te inunda cuando te das cuenta de que no tienes nada, no tienes con quien y mucho menos a donde ir... Pero el sentimiento que te abarca cuando todo parece arreglarse es lo mejor del universo, sin duda alguna. Te hace apreciar las cosas o pocas cosas que tienes de sobremanera.

—Vámonos hermosa— Sus labios capturaron los míos con una dulzura increíble, el simple roce de sus suaves labios me subía a las nubes. Se alejó de mis labios para luego depositar un tierno beso en mi frente.

Tomó mi mano y entrelazo nuestros dedos y mi pulso una vez más se aceleró.

—Espera— dije limpiando mis lágrimas que aún permanecían en mis mejillas. Regresé y tome mi bolsa que momentos antes había dejado caer al piso.

Volví rápidamente con Justin y lo abrace como si hace años que no nos veíamos. Una vez más tomó mi mano entrelazando nuestros dedos.

Llegamos a casa de Justin, él se bajó y tomó mis maletas.

— ¿Me dejaras quedarme? — pregunte con una enorme sonrisa, me miro y bajo las maletas para caminar hacia mí. Los nervios me carcomían, me sentía tan estúpida.

—Yo no te dejare sola— acarició mi mejilla —Más bien...— sonrió —No te dejaremos sola—con su pulgar desapareció la lagrima que se había escapado.

—Te amo Justin—me até a su cuerpo y escondí mi rostro en su pecho.

—Te amo Spencer — susurró en mi oído

Dejó mis maletas en el living y en solo dos segundos ya lo tenía abrazado a mí.

— ¿Jazzy y Jaxon? — le pregunté rodeando su cuello con mis brazos. Bajó la mirada.

—Me detestan— solté una carcajada.

—Eso es imposible— pasé mi mano por su cabello.

—No, no lo es. Jazzy está sentida conmigo y Jaxon la apoya— oculto su rostro en mi cuello donde comenzó a dar pequeños besos.

— ¿Y por qué esta sentida?— algo me decía que yo era la responsable.

—Le grité— saco su rostro y una vez más miró hacia abajo —Pero seguro se pondrán muy felices cuando te vean— sonreí y besé fugazmente sus labios.

—Ven— le dije tirándolo del brazo para caminar hacia la sala.

—No.... — dijo pero ya había entrado y visto la mesa central hecha trisas. Me giré hacia él con los ojos como platos.

—Si me ponía a recogerlo, no hubiera llegado al aeropuerto— subió los hombros.

—Eres un tonto— lo golpeé —Te pudiste haber lastimado— rió aunque no le encontraba la gracia. La sala estaba llena de vidrios.

—Hay que levantarlo, los niños se pueden lastimar. — le dije soltándome de su abrazo.

—Ey, Ey— me tomó de la cintura —Tenemos que limpiar más aparte de eso— señaló el cadáver de la mesa —Pero solo tenemos tres horas para nosotros solos y las quiero aprovechar— señoras y señores... Morí.

— ¿Qué no es lo único que rompiste? — pregunté sorprendida, tratando de controlar mis hormonas ante sus sensuales palabras.

—...Digamos que tal vez será necesario que me mude contigo— por mi encantada.

—Justin Bieber— dije negando con la cabeza — ¿Qué hiciste?- sonrió tímido, ya me imaginaba lo que había pasado con su habitación.

— Spencer — suspiró acariciando mi brazo de arriba abajo —No me vuelvas a lastimar así— una horrible punzada atravesó mi pecho y estómago.

—Jamás me lo perdonare Justin— no sé cómo era posible que siguiera teniendo lagrimas —Eres lo más valioso que tengo y no te quiero perder... nunca— remarqué.

—Ya— dijo sosteniendo mi rostro por las mejillas —A partir de ya todo olvidado— posicionó sus labios sobre los míos y se separó lentamente. —Vamos— regresó por mis maletas y subimos las escaleras corriendo.

Llegamos al piso de arriba y me guiaba hacia mi antigua habitación. Entramos, dejo las maletas de golpe en el piso y me rodeó por la espalda con sus brazos a la velocidad de la luz. Me giré sobre mis talones para poder verlo de frente y su celular comenzó a sonar. Cerró los ojos molesto, reí.

—No le encuentro la gracia— rodó los ojos sacando su celular.

—Por eso mismo te digo Am— hundí mi rostro en su cuello y lo mordí suavemente. Sus dientes aprisionaron su labio inferior, me encantaba que hiciera eso.

El teléfono dejó de sonar y una pícara sonrisa apareció en su rostro. Seguí jugando en su cuello, degustando cada una de sus marcas de belleza, mejor conocidas como lunares. Cerró los ojos disfrutando de mis besos y caricias.

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La apuesta (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora