.Al Lado De Ti.

.Tenerte.

KENTIN.

-No entiendo como puedes enrrollarte con un extraño en tu cuarto con tanta tranquilidad- le dije a la rubia.

-No me molesta. Hace tiempo que deje de creer en el amor.

Su tono fue triste, crei oirla suspirar.

-No deberias.

-¿Porque?

-Porque si no crees no tengo posibilidad de llegar a ti.

Su mirada era fria, no parecia impresionada por mi barato intento de ser galan, pero tampoco me hacia sentir idiota. Tal vez era verdad, tal vez dejo de creer.

-¿De donde eres?- pregunto cambiando de tema. Lo hacia constantemente.

-Soy de aqui, pero estuve estudiando en el extranjero unos años.

-¿Habias estado antes en el instituto?

-No, nunca. ¿Tengo cara conocida?

Primera mentira.

-Tus ojos me recuerdan a los de alguien. Pero esa persona usaba lentes.

-No use lentes jamas en mi vida.

Segunda mentira.

-Hay chicos sexys con lentes- una sonrisa divertida se dibujo en su rostro.

-¿Ah si?

-Bueno, en realidad, todos los chicos con lentes me parecen sexys. Debe ser un fetiche mio.

-Tendre que comprarme unos entonces.

-No. Te dejo de hablar si los usas.

Su sonrisa se esfumo.

-¿Por?

-Son sexys, pero me traen horribles recuerdos.

Auch. ¿Lo dices por mi?

-ya veo, te recuerdan a alguien.

-Si.

-¿Tan malos?

-Super malos. Me hacen querer llorar.

Sono como una niña cuando lo dijo. Me hizo a recordar a la Amber que yo amaba, a la que habia perdido.

-Hay cosas que te persiguiran toda la vida. No debes tirar la toalla ahora.

-Es tarde, ya lo he hecho.

-¿Puedo intentar?

-¿Que?

-Enamorarte.

Se produjo un silencio. Giro su cabeza en direccion a una ventana.

-No va a funcionar. Ya no siento, no hay latidos, no hay cosquilleo, no hay nada. Por mas que lo intente, estoy vacia.

-Voy a llenar ese vacio cueste lo cueste.

-No lo haras. No seas idiota- solto furiosa.

Sus ojos turquesa me perforaron con odio, parecia querer borrarme de ahi. Tome su cara entre mis manos y la bese con dulzura. Me correspondio. Estuvimos asi un largo rato, luego se levanto y se alejo de mi.

-No quiero.

-No quieres...

-No quiero creer tampoco.

-Tu defines tus propios limites.

-Lo se, es solo que...

Parecia que iba a decir algo, pero se quedo muda.