Inazuma eleven one-shoots

Contigo pase lo que pase (Okita Souji)

Narra Okita:

Estaba paseando por las calles de la ciudad hasta que oí la voz de una mujer que estaba cantando. Embelesado por aquella voz la seguí hasta llegar a un parque donde una mujer bellísima que estaba recostada en un árbol. Curioso me acerque a ella, que aun seguía cantando. Al final se dio cuanta de mi presencia y se sorprendió.

- Okita Souji! Que hace usted aquí!?- dijo sorpendida mientras se levantaba.

- No he podido evitar oír su hermosa voz y seguirla hasta encontrar a la persona que cantaba.- dije a lo que ella se sonrojo.-Podría saber cual es tu nombre?

- Mi nombre es _ _.

- Bonito nombre para una hermosa mujer.

- No hace falta que me alague tanto- dijo ella roja.

Me iba a acercar a ella hasta que escuche una voz.

- Okita!- era uno de los del shinsengumi.

- Pasa algo?- pregunté.

- Unos secuestradores han raptado a una joven!

- Que?- dije asombrado. Puede que también lleguen a raptar a _. - Aumentad la seguridad en las casas en las que hayan mujeres.

- Si, señor!- dijo mientras se iba.

- Pobre mujer la que hayan raptado los secuestradores.- dijo preocupada _.

- Tranquila. De momento hay que preocuparse de chicas como vosotras. Yo vigilare tu casa.

- Que? No hace falta.

- Si que hace falta.- dije decidido y le cogi de la mano.- Yo te protegeré de cualquier peligro pase lo que pase.

Ella se sonrojo pero acepto. Llegamos a su casa.

- Vives con alguien?- le pregunté.

- No, vivo sola.- dijo dejando una bandeja de te en una mesa y acercandose a mi. Pero llego a tropezar y se cayo encima mío.- Perdón - dijo intentando levantarse pero le cogí de las muñecas.

- No te alejes- le dije acercandome a su rostro. Le di un beso y ella me lo devolvio. Nos separamos por falta de aire y nos levantamos. En ese momento entró uno de los de patrulla.

- Okita ya tenemos a los secuestradores.- dijo.

- Muy bien retiraos y ya le daremos su castigo.- dije y el se retiro. Yo me gire a _ y le cogi la mano.- Ahora ya estas a salvo.

- Gracias Okita.- dijo.

- De nada- dije y la volví a besar.