Blanca: ¡Hey, hola! Me alegro que sigáis leyendo esta historia aunque tarde bastante en continuarla. Hoy no estaran mis compañeros, ni siquiera Kiibo. Porque estos días me ha sucedido una cosa que me ha hecho bastante daño, así que... bueno, ¿empezamos?
Ah, otra cosa más, a partir de ahora, los capitulos que tengan lemmon o escenas subidas de tono (pero sin lemmon) les pondré una carita y Cronus no aparecerá en la presentación. (Aviso: puede que haya one shoot lemmon con él, todo es posible).
Estaba caminando tranquilamente hacia mi casa después de un dia de duros examenes en el instituto Raimon. Iba tan normal hasta que llegué a mi casa y vi a dos personas delante de mi puerta. No les podia ver de cara ya que estaban de espaldas. Me acerqué a ellos y cuando le iba a tocar el hombro al peliblanco...
- ¡Ah, eres tu!- dijo este al girarse de golpe.
Por el susto grité y di un salto hacia atrás. Enseguida mi boca fue tapada por el otro.
- ¡Shhht, calla _! Así asustarás a todo el mundo.- dijo el que me tapó la boca. Su voz me resultaba familiar.
- Eso, eso. Además _, ¿es que no nos reconoces?- dijo el peliblanco acercando su cara a la mía. El otro hizo lo mismo. No pude evitar sonrojarme por la poca distancia que nos separaba, pero pude controlarme y fijarme bien en sus caras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al fijarme bien en ellos los reconocí. Quise hablar, pero el brazo de Gandares no me dejaba hablar. Miré a Gandares en forma de suplica. Él enseguida se dió cuenta y sacó su mano de mi boca.
- ¡Ruger! ¡Gandares! ¡Qué alegria volver a veros!- les dije mientras les abrazaba con alegría. No me di cuenta que al abrazarlos, ellos se habian puesto rojos. (Blanca: anda que no se notaría, tienen la cara más blanca que yo, y mira que me llamo así :p)
- E-eh... s-si, claro. Por eso hemos venido.- dijo Ruger acariciando mi pelo mientras yo seguía abrazándolos.
- ¡Si! ¡Pero no sabíamos que tus pechos fueran tan grandes! ¡Se notan un montón!- dijo Gandares riendo con nerviosismo.
¿Qué narices acaba de decir? ¿Tan grandes son mis pechos? Enseguida me separé de ellos con la cara roja como un tomate.
Ruger le pegó una colleja a Gandares.- ¿Pero qué narices dices? Eso no se le dice a una mujer.- se puso una mano en la cara mientras hablaba. Después la bajó y me miró.- Perdona _, no era su intención.
- N-no es nada.- dije mientras jugaba con mis dedos.
-Pero... es cierto que se notaban tus pechos.- dijo mientras sus mejillas empezaron a ponerse rojas.
Enseguida me puse roja.
- ¡Eso, eso! Además, son muy cómodos. - dijo Gandares, que aprovechó para ponerse detras de mi mientras no le prestábamos atención. Noté que sus manos empezaron a masajear mis pechos. No pude evitar suspirar.
- Je je... al parecer, a las humanas les encanta que les hagan eso.- dijo acercándose a mi cara.
- S-si... p-pero... no cuando somos menores de 18 años y somos amigos- digo mientras luchaba por evitar que salieran gemidos o suspiros de mi boca por las caricias que hacia Gandares a mis pechos.
- ¿Quién dijo que quisiéramos ser amigos?- dijo Gandares susurrando en mi oído y después morderlo, haciendo que sintiera escalofríos de placer.
- ¿Y bien _? ¿Quieres más?- preguntó Ruger acariciando el interior de mis piernas, subiendo lentamente.
- N-no... porfavor... a-aquí no...- gemí cerrando los ojos y girando mi cabeza a un lado.
- Jeje vale, lo haremos dentro, pero antes...- dijo Ruger seductoramente antes de atacar mis labios. Seguí su beso torpemente y Gandares apretó mis pechos más fuerte haciéndome abrir la boca. Ruger aprobechó para meter su lengua en mi boca, jugando con mi lengua.
Mientras nos besábamos Gandares empezó a hacer un chupón en mi cuello, provocando que esta situación se hiciera más caliente.
- Hey, Ruger, vamos ya adentro. No creo que pueda aguantar más.- dijo Gandares después de quitar su boca se mi cuello, lamiendo la zona enrojecida.
Ruger separó su boca de la mía.- Está bien, Gandares. Empecemos de verdad la diversión.- dijo mientras se dirigía hacia la puerta.
Solo pude dar dos pasos antes que Gandares me girara y me besara de forma feroz mientras apretaba mi trasero.
Cuando se separó susurró en mi oído.- Que sepas que yo no seré tan gentil.
Al separarse pude ver una sonrisa coqueta mientras pasaba por mi lado, dándome una nalgada. Rápidamente me fui con ellos.
Blanca: Jejejeje... os voy a dejar a vuestra imaginación. Si queréis que haga el lemmon lo pondré en la lista. Pero tardaré, eso seguro. Espero que os haya gustado aunque yo siga depre y lo haya puesto de forma pervertida, aunque yo los considero así (no siempre), es raro.
