Hace ya unos días que Jordan se retiró del equipo de futbol nacional y se puso a entrenar todos los dias para poder volverse más fuerte. Hoy es uno de esos dias. Él estaba dándole toques al balón mientras yo estaba sentada en un banco del parque viendo como le iba.
En un momento, Jordan se le escapó el balón y fue rodando directamente a los pies. Miré el balón por unos instantes y me encontré a Jordan agachado, cogiendo su pelota para luego ponerse en pie y mirarme.
- ¿No estas un poco aburrida de estar aquí sentada viendo como entreno?- habló Jordan.
- No, tranquilo. Estoy bien- dije dándole una sonrisa.
Él me miró durante un tiempo a los ojos. Su mirada pasó a mi mano y sonrió, la cogió y me tiró hacia él sin que yo perdiera el equilibrio.
- Anda juega conmigo- sonrió mientras me arrastraba hasta el centro del campo.
- P-pero yo...- tartamudeé.
- ¿Pero tu...?- contestó.
- N-no sé jugar al fútbol- dije mirando al suelo roja de vergüenza.
Él se agachó hasta que tapó la vista del suelo de mis ojos. Pude ver su radiante sonrisa, alegre como ninguna y solamente para mi.
- Venga, yo te enseñaré, ¿te parece?- dijo Jordan.
Asentí algo insegura mientras el se levantaba. Cuando él estuvo de pie me fijé en que nuestras caras estaban muy cerca la una de la otra. Me separé rápidamente de él y miré a otro lado. Cuando tuve valor de volver a mirarle a la cara me fijé en que él estaba igual de rojo que yo.
- Ehhh... ¿e-empezamos?- dije ya más roja que antes.
-S-si. Vale- dijo mirando a otro lado mientras se tapaba con una mano su cara.
Pasamos un buen tiempo entrenando. Él me enseñó a correr con el balón, pasar, los toques...
Hasta que miré mi reloj y ví que ya era muy tarde.
- Lo siento Jordan pero tengo que irme. Seguro que mis padres se estarán preocupando.- dije mientras me daba la vuelta y me iba.
-¡No! ¡Espera!- oí decir mientras una mano me cogió de la muñeca. Pero me dió un fuerte empujón y los dos caimos al suelo.
Al abrir los ojos pude ver el rostro de Jordan peligrosamente cerca del mio. Seguro que mi cara ya era un tomate.
-J-Jordan... yo- no pude decir nada porqué los labios de Jordan capturaron los míos fundiendonos en un apasionado beso, que en poco tiempo lo habiamos pasado a una guerra de lenguas que él ganó. Una de sus manos pasaron a mi mejilla mientras la otra la utilizaba para no apoyar todo su peso en mi. Yo puse mis brazos alrededor de su cuello para no dejarle ir.
Al separarnos por falta de aire, él se separó de mi y se puso de rodillas, mirándome fijamente con una sonrisa. Yo me senté con mis mejillas sonrosadas mientras miré hacia otro lado, hasta que noté que agarraba mi mentón con su mano haciendome mirarle. Pude ver una sonrisa coqueta asomarse en sus labios.
- ¿Qué pasa? ¿Quieres otro?- coqueteó mientras se acercaba más a mis labios.
- S-si...- contesté para luego fundirnos en un profundo beso.
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Cronus: Dejad de haceros tantos cariñitos.
Kiibo: ¿Por qué? ¿Estás celoso?
Cronus: ¿Yo? ¡NO! ¡Nunca!
Kiibo: Bueno, yo tengo a mi niña y tu tendrás a tus fans, asi que asunto resuelto.
Blanca: Pues eso es todo chicas, espero poder hacer otro mañana.
Blanca & Kiibo: Adiós.
(Mientras tanto...)
Cronus está en un rincón del estudio comiendo helado mientras llora diciendo que le gustaría tener esa atención mientras ve que un chico albino de chaqueta verde va hacia el estudio donde se encuentra la autora con una sonrisa en su rostro.
